Este artículo se publicó hace 12 años.
Tres testigos clave revelan los amaños ilegales de Matas
Acusan en el juicio al antiguo modelo político de Rajoy de falsear contratos para pagar al periodista que le escribía los discursos y luego le elogiaba en el diario en el que colaboraba
Sin mediar palabra, y con una severa expresión reflejada en su rostro, hizo aparición ayer el expresident del Govern balear, Jaume Matas, en la Audiencia Provincial de Balears, donde se sentó en el banquillo de los acusados en el marco de la primera pieza del caso Palma Arena que va a juicio. El expresident fue recibido a la entrada de la Audiencia por una treintena de ciudadanos que le llamaron "ladrón" y "chorizo" y le exigieron la reparación del daño supuestamente causado a las arcas públicas al grito de "¡devuelve el dinero!". Los concentrados colgaron carteles con frases como "Cinco millones de parados, devuelve lo robado al pueblo" o "Familias con hijos los echan de sus casas y tú de lujo con el dinero robado al pueblo, ¡Viva la Pepa, mi querida España!".
Superado el trago de la entrada y ya en el interior de la Audiencia, el hombre al que en 2004 Rajoy consideraba un modelo a seguir "Vamos a intentar hacer en España lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares", llegó a afirmar se sentó por fin en el banquillo de los acusados.
Matas fue recibido por ciudadanos que le llamaban "ladrón" y "chorizo"
La expresión de su rostro se fue oscureciendo poco a poco conforme avanzaba la primera jornada de la vista oral y a medida que tres de sus ex altos cargos de confianza le responsabilizaban de idear y auspiciar la puesta en marcha de un concurso presuntamente amañado que, lejos de cumplir el objeto para el que había sido convocado, fue utilizado para encubrir y maquillar los cobros que percibía el periodista Antonio Alemany por la redacción de los discursos institucionales de Matas.
En un largo día de intensos interrogatorios y en medio de la gran expectación mediática generada por tratarse de la primera vez que el exministro de José María Aznar se enfrenta a un tribunal, sus exjefas de Gabinete Maria Umbert y Dulce Linares, así como su ex director general de Comunicación Joan Martorell no tuvieron reparo alguno a la hora de señalarle como la persona de la que partió la propuesta de remunerar al articulista a través de una contratación que nada tenía que ver con la elaboración de los discursos.
El modus operandiEl fiscal le acusa de cinco delitos y pide ocho años y medio de prisión
La fórmula consistió en adjudicar en 2003 a la agencia de comunicación Nimbus que ese año había organizado parte de la campaña electoral del PP balear y que era la única licitante en este concurso tras haber sido informada de forma previa a su convocatoria un servicio de asesoría externa en comunicación. Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía de la comunidad que solicitan ocho años y medio de cárcel para el exmandatario autonómico por cinco delitos (malversación, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a la Administración y falsedad documental) aseguran que el objetivo era en realidad otro muy distinto: Nimbus se prestaba como tapadera, a cambio de unas comisiones del 5%, para subcontratar a Alemany y que este percibiese unos 4.500 euros mensuales por la redacción de los discursos. Al tiempo, Matas también se beneficiaba del clima de opinión favorable que generó el articulista en los medios de comunicación en los que colaboraba, entre ellos el diario El Mundo, en cuyas páginas elogió repetidamente los discursos que él mismo escribía en secreto.
"Entre la espada y la pared""Matas me llamó para hablar conmigo en el Consolat [sede de la Presidencia del Ejecutivo balear]", manifestó ayer el administrador de Nimbus, Miquel Romero, quien recordó que, una vez reunidos, el entonces president le avanzó la preparación del concurso de asesoría externa e instó a su empresa a concurrir. Sin embargo, la propuesta no quedó ahí. "Me dijo que había que pagar a Alemany los discursos. Me pareció un poco irregular, pero bueno", confesó el también acusado, justificando que accedió a esta petición "porque quería seguir teniendo opciones a otros contratos con la Administración". "Me encontraba entre la espada y la pared", afirmó.
"Me pareció irregular, pero bueno", dice un testigo sobre la orden del expresident
Así fue cómo el empresario se puso en contacto con el periodista, quien "estaba al corriente de todo" cuando habló con él porque vio "que no se extrañó" de nada.
Las acusaciones apuntan, sin embargo, a que el proceso fue concertado entre Matas, Linares, Umbert y Romero para que Alemany resultase beneficiado. De hecho, sostienen que todos ellos urdieron una trama para beneficiar de forma arbitraria, con hasta un total de 483.186 euros públicos, al propio articulista y a sociedades de su propiedad.
Por su parte, Umbert recordó cómo Matas, sobre quien pesa una fianza penal de dos millones y medio de euros en el marco del caso Palma Arena, encargó antes de la convocatoria del concurso del que únicamente tuvo conocimiento cuando fue imputada discursos de "mayor calado político", pese a que tanto ella como otros de los asesores con los que contaba el expresident estaban preparados para realizar esta labor. "Matas optó por Alemany por su calidad literaria superior", remarcó en este sentido.
Así de tajante se mostró también Martorell, quien señaló que, cuando en 2003 fue nombrado por Matas para el cargo de director general de Comunicación, Umbert le comentó que el tema de los discursos "estaba resuelto por Alemany", por lo que entendió "que el asunto estaba cerrado". Sin embargo, admitió que se encargó de firmar las facturas de pago al periodista durante dos años "sin saberlo", ya que fue en 2005 cuando se enteró de que el concurso había sido adjudicado a Nimbus para encubrir los pagos al conocido articulista.
La preocupación de Matas"Matas estaba muy preocupado por la comunicación y la proyección política que ofrecía, y además tenía una tremenda experiencia política, a la vez que conocía bien los mecanismos de relación con los medios de comunicación", manifestó el exresponsable de prensa del expresident para describir cómo su entonces jefe estaba empeñado en llevar él mismo esta área y que sus discursos los realizara Alemany, quien ya se los elaboraba cuando el exlíder conservador era ministro de Medio Ambiente (2000-2003).
De hecho, la Fiscalía sostiene que, tras las autonómicas de 2003, en las que Matas se hizo con la presidencia balear, ya acordó con el articulista que este continuase con la labor que venía desempeñando e incluso le encargó que redactase su discurso de investidura.
Hoy declararán Jaume Matas y Antonio Alemany.
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