Este artículo se publicó hace 14 años.
Urkullu y Egibar se reparten el 'doble discurso' del PNV
El presidente del partido mantiene un perfil neutro ante un futuro proceso de paz. Su portavoz en el Parlamento vasco alienta la apuesta de Batasuna por las vías políticas
El PNV está dispuesto a forzar al máximo y marcar un doble discurso para tratar de situarse en una buena posición ante las elecciones del próximo año y la eventual apertura de un escenario sin violencia. Ni su presidente, Iñigo Urkullu, ni su portavoz en el Parlamento vasco y adalid del ala soberanista, Joseba Egibar, dan puntada sin hilo en sus intervenciones.
Ambos defienden con vehemencia el final de la violencia y, a la vez, la supremacía del partido en las diputaciones forales y los ayuntamientos ante los próximos comicios, pero los distintos matices que manejan en sus discursos son tantos que, a veces, sugieren el espejismo de una fractura en el PNV en realidad inexistente.
Según explican fuentes del partido, todo está definido y acordado en su ejecutiva, el EBB (Euskadi Buru Batzar): "Iñigo carga las tintas sobre todo en la gestión, mientras que Egibar se encarga más de alentar los pasos de Batasuna hacia las vías políticas". En realidad, afirman, es una estrategia habitual en el PNV, pero adaptada a las nuevas circunstancias por la pérdida de Ajuria Enea: "Antes los mensajes los dábamos desde el Gobierno vasco y la oposición. Ahora, sin embargo, tenemos que hacer todo desde la oposición".
Esta práctica del doble discurso ha caracterizado este último año ante la evolución de la izquierda abertzale, sobre todo desde que aprobó en febrero su resolución Zutik Euskal Herria, a favor de las vías políticas. Egibar, junto al diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y el presidente del PNV en Álava, Iñaki Gerenabarrena, se han distinguido por destacar los pasos de Batasuna.
El discurso neutro, e incluso escéptico, ha correspondido a Urkullu; al presidente del partido en Vizcaya, Andoni Ortuzar, y al diputado foral en este territorio, José Luis Bilbao. El equilibrio se ha mantenido más o menos hasta esta última semana, cuando Urkullu, molesto por cómo concluyó la última manifestación en Bilbao de apoyo a un proceso de paz, recriminó a la izquierda abertzale ilegalizada que "necesitará tiempo para vencer el fanatismo que le ha acompañado durante años".
Las palabras de Urkullu resonaron cuando estaba aún caliente la propuesta presentada por Egibar, justo el día antes de la manifestación, en San Sebastián, con el título Batu Gaitezen (Unámonos). La iniciativa, delimitada a Guipúzcoa, recibió los parabienes iniciales de la izquierda abertzale hasta que el lunes el PNV le advirtió de que si quería hablar de ese documento se dirigiera a la ejecutiva guipuzcoana, que preside el propio Egibar.
El propuesta 'Batu gaitezen' para Guipúzcoa la pactó el EBB hace un mes
No obstante, la propuesta no ha partido unilateralmente del aparato guipuzcoano.
Fuentes del PNV señalaron que el documento, aunque está delimitado a Guipúzcoa y tiene un acento más soberanista, fue aprobado por el EBB "hace un mes" para marcar terreno para las elecciones: "Defiende dos líneas: el derecho a decidir y el repudio a ETA. En el medio se alientan los pasos de Batasuna".
¿Por qué un documento así para Guipúzcoa y no para Álava o Vizcaya? Por el mayor peso sociológico del nacionalismo vasco en ese territorio, donde la izquierda abertzale tiene además su gran caladero de votos. Las fuentes consultadas sostienen que ante la antigua Batasuna el partido tiene una única postura y, como prueba, dicen, en las reuniones con sus representantes han estado siempre Urkullu, Egibar, Ortuzar y Gerenabarrena.
Mientras, en Madrid, el PNV piensa acentuar su imagen de partido responsable en las instituciones. Zapatero ya tiene su oferta de pacto de estabilidad: compromiso con el Estatuto, garantías en las inversiones en Euskadi en los Presupuestos y estabilidad para favorecer un proceso de paz.
Lo que no ha exigido el PNV al Gobierno como condición es que en las elecciones de 2011 se respeten las listas más votadas, es decir, que no se articule el pacto PSE-PP para echarle de más instituciones. La ausencia de este punto no satisface en todo el partido. "Si después de salvar a Zapatero nos viene a echar con el PP, yo me borro del PNV", dice un analista.
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