Valderas renuncia a encabezar Sevilla forzado por Llamazares

Atrapado en la diabólica escalada que en los últimos días había puesto a Izquierda Unida al borde de la ruptura en Andalucía y en la convicción acertada de que Gaspar Llamazares ya había comprometido su apoyo al bando rival, el coordinador regional de la coalición y virtual candidato a la presidencia de la Junta, Diego Valderas, renunció ayer a encabezar la lista de Sevilla y optó por refugiarse en la de su provincia natal, Huelva, por la que concurrió en 2000, lo que lo dejó sin escaño.

La renuncia de Valderas, interpretada por el sector crítico como una victoria en toda regla, fue anunciada por él mismo tres horas antes de que comenzara la asamblea andaluza. El presidente del PCE, Felipe Alcaraz, se retiró igualmente como cabeza de lista al Congreso por Sevilla. Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda y líder de la corriente jornalera CUT, capitaneará la candidatura sevillana a las autonómicas. Sebastián Martín Recio, ex alcalde de Carmona, la del Congreso.

Agrupados en torno a la todavía portavoz parlamentaria, Concha Caballero, y aliados desde hace tres semanas con la CUT, los críticos Kechu Aramburu, José Cabrero y Sánchez Gordillo habían mantenido el lunes una reunión en Madrid a la que asistieron los pesos pesados de la ejecutiva federal, pero no Llamazares.

Esa reunión fue decisiva y la clave de lo ocurrido ayer. Porque un día después, el martes, desde Madrid llegaba el aviso para Valderas, quien en las primarias de IU había apostado por Marga Sanz. Y el aviso fue nítido: Andalucía debía respetar lo que habían votado las bases en Sevilla, es decir, el tándem Gordillo-Martín Recio.

Y ello pese a que los estatutos andaluces de IU confieren a la asamblea andaluza el poder de designar a los candidatos autonómicos, como subrayó luego Valderas en su discurso de apertura del cónclave, donde arremetió sin careta contra el equipo de Llamazares por “expresar que no respeta la soberanía” de la federación andaluza.

Madrid //  “Tenéis barra libre para opinar”. La invitación la recibieron las más de 20 personalidades que acudieron al Foro para un Cambio de Izquierdas de IU. Llamazares luego les orientó: IU quiere un documento para los ciudadanos, no para los “clientes” que buscan PP y PSOE.

El primero, enfangado en un “programa lobby”. El segundo, en un “programa glamour”. El coordinador dijo estar dispuesto a “provocar en campaña”, a ser “políticamente incorrecto” para salir de la red bipartidista, informa Juanma Romero.