Este artículo se publicó hace 13 años.
El Vaticano no se moja para perseguir a los curas pederastas
"Pide" a los obispos que colaboren con la Policía, pero no hace este petición una medida obligatoria, según denuncian organizaciones de víctimas
Pablo Oliveira y Silva
El Vaticano ha pedido a las conferencias episcopales que denuncien los casos de abusos sexuales a menores perpetrados por miembros de la Iglesia de los que tengan conocimiento. El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada, ha pedido a las conferencias en una carta que elaboren un documento con unas 'líneas guía' en las que indiquen el procedimiento que seguirán en estos casos.
La Conferencia Episcopal Española considera que la circular enviada por el Vaticano supone "una gran ayuda para seguir trabajando en la misma línea" que se ha hecho hasta ahora. La Conferencia ha confirmado que los obispos españoles ya han recibido la carta remitida por el prefecto y que, a partir de este momento, los obispos españoles tendrán hasta mayo de 2012 para enviar a la Santa Sede estas 'líneas guía'.
Sin embargo, según informa Associated Press, las sugerencias de la carta resultan "vagas y no vinculantes" y "están muy lejos" de poner en marcha normas más duras frente a los abusos por parte de los sacerdotes, según denuncian diferentes asociaciones de víctimas a la agencia de noticias en EEUU.
Los defensores de las víctimas llevan tiempo denunciando que los obispos se limitan a protger a la institución eclesiástica y a sus sacerdotes, lo que ha generado un verdadero escándalo en EEUU, al destaparse miles de abusos en los últimos años. "Sin miedo al castigo, los obispos se limitan a cambiar de parroquia a los sacerdotes pederastas, en lugar de informar a la policía o castigarlos", aseguran desde la Organización de Víctimas de Abusos de Sacerdotes.
"Los obispos ignoran y ocultan los crímenes sexuales a niños, ya que pueden hacerlo", señala la organización en un comunicado. "Por ello, cualquier reforma que no suponga la disminución del poder de los obispos será prácticamente insignificante". Estas organizaciones aseguran que la carta refuerza de hecho la autoridad de los obispos en el tratamiento de los casos de abusos. Así, señalan que la misiva insiste en que los comités laicos independientes, que se han creado en algunos países para supervisar las políticas de la iglesia en cuanto a la protección de menores, "no pueden sustituir" el juicio y el poder de los obispos.
Recientemente, comités laicos en EEUU e Irlanda han informado de que algunos obispos han "fracasado miserablemente" en el seguimiento de sus propias directrices, frustrando las investigaciones mediante la retención de información y la promulgación de obstáculos legales.
En la carta, el Vaticano ha señalado a los obispos que "es importante cooperar" con la sociedad civil y las autoridades policiales "informando", pero no hace esta notificación obligatoria. Excusan que una norma vinculante sería problemática para los sacerdotes que trabajan en países con regímenes represivos. La carta enfatiza que los sacerdotes acusados "son inocentes hasta que se pruebe lo contrario", mientras que estas organizaciones solicitan que si son acusados por los comités laicos, los clérigos sean apartados de sus funciones y expulsado del sacerdocio en caso de ser culpables.
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