Los habitantes de una nave industrial del distrito de Sant Martí de Barcelona y vecinos del mismo barrio celebran la anulación del desalojo de este recinto, que se preveía inminente. Para este lunes se esperaba la intervención de los Mossos d'Esquadra.

Se trata de cerca de trescientas personas, en su mayoría de nacionalidad senegalesa, que trabajan en la recogida y reciclaje de chatarra y para ello se instalaron en una fábrica abandonada. Han conocido este domingo que la juez encargada del caso ha atendido los argumentos de sus abogados, se ha declarado no competente en la causa y ha ordenado paralizar la orden de desalojo.

Uno de los abogados defensores de los inmigrantes, Andrés García Berrio, ha explicado a Público que 'lo más probable es que en los próximos días se archive el procedimiento'. 'Habrá que ver qué pasos dará ahora la propiedad'.

Hasta ahora la mediación con los dueños no había dado resultado alguno. El mismo abogado señala que la anulación de la orden se ha conseguido en el terreno jurídico y con argumentos de tipo técnico, pero que la decisión de la juez se ha producido como consecuencia de la solidaridad y el apoyo mutuo entre vecinos del barrio.

'Se ha hecho visible -dice García Berrio- la colaboración entre los propios habitantes de la nave industrial y colectivos de diferentes movimientos sociales, entidades vecinales...'.

El viernes pasado centenares de personas se manifestaron por las calles del distrito para reclamar al ayuntamiento de Barcelona que hiciera las gestiones necesarias para detener el desalojo del asentamiento.