Móvil en mano y a resguardo, los vecinos de Vigo graban una imagen que no recordaban en la ciudad. Tanta agua en las calles que las alcantarillas no podrían recoger toda la riada. Unos gigantes charcos invaden aceras y se confunden con las carreteras. Todo el centro, completamente inundado. Por suerte les ha cogido con las botas puestas. Pero esto no ha hecho más que empezar. La Xunta acaba de activar la alerta roja en la provincia de Pontevedra. Llega a Galicia la ciclogénesis explosiva. Esta es la primera del otoño. Deja unos efectos que se dejan sentir también. en el mar.