Este artículo se publicó hace 16 años.
El viento cambió de forma brusca en el instante del accidente de Barajas
Un comandante, testigo del siniestro, dice que varió radicalmente la dirección y velocidad del aire
Aún faltan varias semanas para que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación
Civil (CIAIAC) publique el informe preliminar sobre las causas que provocaron la tragedia aérea de Barajas, en la que fallecieron 154 personas. Pero la investigación sigue su curso y se van conociendo más detalles sobre lo que pudo suceder el pasado 20 de agosto, fecha del accidente del avión MD-82 de Spanair.
Según desveló ayer la Cadena Ser, el comandante de un vuelo de Iberia, procedente de Guayaquil (Ecuador) que aterrizaba justo cuando el fatídico vuelo JKK5022 estaba despegando, declaró a la Guardia Civil que hubo un cambio brusco en la velocidad y la dirección del viento en el
momento del siniestro.
Este comandante, testigo directo del accidente, aseguró que, en cuestión de un minuto, el viento pasó de 170º de dirección sur y 10 nudos de velocidad a 50º de dirección este y una velocidad de 5 nudos. Además, este piloto de Iberia afirmó que, en el instante del accidente, vio dos pájaros de grandes dimensiones a izquierda y derecha de la trayectoria del avión de Spanair.
El comandante también relató a los agentes que el aparato siniestrado cayó primero del ala izquierda e inmediatamente volcó por la derecha, en un movimiento absolutamente anormal. Después, la aeronave viró a la derecha mientras perdía altura. Este testigo contempló un fogonazo por la zona del motor izquierdo y la cola del avión. Finalmente, el aparato se convirtió en una inmensa bola de fuego de más de 100 metros de altura.
Mientras, La Sexta Noticias reveló ayer que un posible error del piloto, sumado a una serie de fallos mecánicos, habrían provocado el accidente. La Comisión de Investigación llegó a esta primera conclusión después de analizar los primeros datos del siniestro, que recogieron en un documento. Este primer borrador afirmaba que los slats, unas pequeñas superficies flexibles aerodinámicas situadas delante de las alas y que son imprescindibles para el despegue, no se activaron. Eso significa que o bien el comandante se olvidó de hacerlo, o bien hubo un fallo mecánico que impidió su puesta en marcha. En cualquier caso, esta hipótesis perdió finalmente fuerza y fue desestimada por los investigadores.
Indemnizaciones
Además, un bufete de abogados de EEUU prometió ayer a las familias de las víctimas unas indemnizaciones de, al menos, un millón de dólares. Arthur Ballen, abogado de dos familias de fallecidos y supervivientes del accidente aéreo, anunció que demandará al constructor aeronáutico estadounidese Boeing y a Pratt&Whitney, fabricante de algunas de las piezas de la aeronave siniestrada, además de MD, que es el fabricante del avión. “En España se conseguiría una décima parte de la indemnización que se conseguirá en Estados Unidos”, manifestó ayer Ballen en Las Palmas de Gran Canaria. Para este letrado, “la solución más práctica” para los familiares de las víctimas “es irse a una jurisdicción en la que tienen más posibilidades de conseguir mayor indemnización”. Es decir, a EEUU.
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