Este artículo se publicó hace 13 años.
La visita del Papa comienza a transformar Madrid
El ayuntamiento ha desmontado varias marquesinas y los 'indignados' consideran que es la razón del desalojo
Madrid se prepara para recibir al Papa. Con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra del 16 al 21 de agosto, la capital se transforma poco a poco para adaptarse a las necesidades del pontífice.
De esta manera, más de dos semanas antes de su llegada, el Ayuntamiento de Madrid ha creído conveniente desmontar las marquesinas de autobús más próximas a la Plaza de Cibeles, lugar en el que se celebrarán algunos de los actos previstos. Además de privar a los viajeros del asiento y la sombra que proporcionan, la eliminación de las marquesinas reduce considerablemente la información acerca de las líneas y rutas de los servicios de la EMT. Este hecho es especialmente notable si se piensa en los muchos turistas que visitan la capital y no conocen los itinerarios.
"¿Se prima antes a la fe cristiana que a la ciudadanía en un Estado aconfesional?"
Cambios en los museosLa oferta cultural de Madrid también se ha modificado. Para amenizar la espera de los dos millones de jóvenes que darán la bienvenida a Benedicto XVI, varias instituciones públicas y privadas han programado más de cuarenta actividades culturales.
El Museo del Prado ha organizado un itinerario especial a lo largo de 14 obras de distintos artistas, entre los que destaca El Descendimiento de Caravaggio. Las pinturas han sido elegidas por estar relacionadas con los textos sagrados y la figura de Cristo.
El Museo Thyssen también se sumará a esta oferta religiosa con una exposición de pasajes de la vida de Cristo. Por último, los aficionados al teatro podrán asistir a la representación del auto sacramental Año Santo de Calderón de la Barca.
Indignados contra el PapaLos 'indignados' también han atribuido a la visita del Papa su desalojo, esta mañana, del Paseo del Prado y de la Puerta del Sol.
El portavoz de 'Acampada de Sol', Jon Aguirre, está convencido de que el Vaticano "tiene una gran influencia y ha conseguido eliminar la capacidad de reunión de los ciudadanos", por lo que el desalojo "ha demostrado que esto no es un Estado laico". También cree que el desalojo se debe a la visita del Papa, para que la ciudad "no dé una mala imagen" de cara al exterior y considera que "el Gobierno se cubre de gloria" al dar prioridad a la llegada delpontífice "frente a la voluntad de los ciudadanos que se manifiestan para exigir" sus derechos.
"¿Se prima antes a la fe cristiana que a la ciudadanía en un Estado aconfesional? Esta es una pregunta que debemos hacernos", ha reflexionado Aguirre.
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