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Zapatero dice que la reforma laboral "evitará despidos"

Pide a los sindicatos que tengan 'la prudencia de esperar a los resultados'. Anuncia para el otoño una reforma en profundidad del Inem. Prorroga seis meses la ayuda de 428 euros

GONZALO LÓPEZ ALBA

Atacado desde la izquierda y desde la derecha, reprobado por sindicatos y por empresarios, José Luis Rodríguez Zapatero buscó ayer anclarse ante la opinión pública como el abanderado de un reformismo imprescindible para garantizar 'el bienestar de España para los próximos 20 años'.

El presidente del Gobierno compareció ante los medios de comunicación para dar cumplimiento formal a su compromiso de hacer un balance semestral de su gestión y con la finalidad primordial de reivindicar las virtudes de la reforma laboral aprobada la víspera en el Congreso con los únicos votos del PSOE. 'Tiene como objetivo fundamental evitar despidos', alegó repetidamente en favor de su reforma laboral, que dijo estar en condiciones de 'defender donde haga falta'.

El presidente se erige en abanderado de las reformas

Ante las descalificaciones recibidas, algunas de las cuales enmarcó en la categoría de 'palabras gruesas', Zapatero reclamó una lectura detenida de la redacción del apartado más controvertido, con el que se generaliza la indemnización de 20 días por año trabajado. 'Lo que hace la reforma es que existan causas objetivas para el despido, que tendrán que justificarse documentalmente ante el juez', subrayó. También destacó que, siguiendo el ejemplo de Alemania, crea el marco normativo para que los empresarios en dificultades puedan recurrir a medidas alternativas al despido, como la reducción salarial o de la jornada laboral, así como el descuelgue de la negociación colectiva.

Zapatero reconoció que esta reforma no será 'la palanca decisiva' para crear empleo, pero sí espera que contribuya decisivamente a combatir la precariedad y fomentar un modelo más resistente frente a las situaciones de crisis, por lo que pidió a los sindicatos que tengan 'la prudencia de esperar a los resultados'.

Admitió que la creación de empleo 'será lenta', pero, aunque sólo sea 'una gota de agua', valoró como un dato estimulante que, por primera vez en dos años, en el último trimestre se hayan creado puestos de trabajo. Y, si bien con 'la cautela obligada', adelantó que la recuperación económica se ha mantenido en el segundo trimestre, con un mayor crecimiento que durante el primero, y además con una reducción del 25% en el déficit público.

Contrapone su 'determinación' a la falta de alternativa de Rajoy

Asido a las reformas para soportar los embates de la tormenta económica, Zapatero no se limitó a la defensa de la laboral sino que anunció que el otoño traerá más. A la ya sabida de las pensiones, que defendió como 'un compromiso generacional para mañana', añadió su intención de promover 'en los próximos meses un cambio en profundidad del sistema de políticas activas de empleo' (INEM) para que los poderes públicos 'ayuden directamente a cada una de las personas que buscan empleo', mejorando su formación y modernizando la labor de intermediación.

El 'apoyo directo a cada persona que busca un empleo' constituye, a juicio del presidente, la 'gran prioridad social' de España y su 'gran asignatura pendiente', por lo que se reafirmó en la intención de situar a los parados 'en el centro de las reformas', si bien reconoció que este cambio exige el concurso no sólo de todas las administraciones, sino también el del 'conjunto de la sociedad'.

Aprecia mejoría, pero avisa de que los mercados siguen al acecho

A pesar del desencuentro provocado por la reforma laboral, Zapatero aseguró que seguirá convocado a los sindicatos 'al diálogo' para afrontar 'todas las reformas', así como al resto de las fuerzas políticas. En este capítulo, distinguió entre aquellos grupos que con su voto favorable o su abstención 'han hecho un buen servicio al país' haciendo posibles 'reformas modernizadoras' y el PP.

'Cuando gobernaron, no hicieron nada y ahora, después de año y medio escuchando a Mariano Rajoy hablar de una reforma laboral, no han presentado una mínima alternativa, porque no tienen una idea clara o no se atreven a decir lo que hay que reformar', señaló para subrayar el contraste con su 'determinación' de asumir el desgaste de adoptar 'medidas impopulares'.

Zapatero sostuvo que el del Gobierno que preside es 'el esfuerzo reformista más ambicioso en mucho tiempo' que se ha acometido en España, con una hoja de ruta que aplicará 'con tenacidad' y que tiene tres pautas: 'Austeridad, reformas y cohesión social'.

Como prueba de su compromiso con esa cohesión, confirmó que en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros convocada para el 20 de agosto se aprobará con efectos retroactivos al día 16 la prórroga por seis meses de la ayuda de 428 euros para los parados que se han quedado sin prestaciones, medida de la que se han beneficiado ya 570.000 personas. Esta ayuda, limitada a quienes no la hayan recibido antes, exigirá llevar al menos 12 meses inscrito como demandante de empleo y se centrará en los parados de larga duración menores de 30 años o mayores de 45.

En cuanto a la austeridad, confirmó que los Presupuestos para 2011 serán 'restrictivos y austeros', con una reducción media en el gasto de todos los ministerios del 15%. Para no comprometer posibles apoyos parlamentarios, pasó por alto la pregunta de si incorporará una reforma fiscal que penalice a las rentas más altas.

Su mensaje global es que, 'poco a poco', la situación se va estabilizando, pero 'queda una tarea muy importante por hacer'. Así, destacó que no sólo se trata de aprobar reformas, sino que es preciso 'cumplir, cumplir y cumplir' con ellas porque seguimos bajo el escrutinio de los mercados.

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