Este artículo se publicó hace 16 años.
Zapatero justifica la exclusión de ANV por ser "sumisa" a ETA
Reclama como presidente sacar de la campaña electoral el debate sobre la inmigración
Gonzalo López Alba
Las siluetas de cuatro policías subidos al tejado era lo primero que se atisbaba ayer al aproximarse al Kursaal. Después, varios cortafuegos de ertzaintzas, movilizados en previsión de posibles incidentes por el apagón electoral de ANV y el PCTV.
Quienes llegaron con tiempo de poder acceder al pequeño auditorio -con aforo para 650 personas- que albergan los cubos de Moneo antes de que se colgara el cartel de no hay billetes, no pudieron ver nada y cuando salieron ya no había nada de que ver. Para entonces, los antidisturbios de la policía autonómica ya habían disuelto al medio millar de radicales que se concentró en los aledaños tras identificar a algunos de ellos.
Al otro lado de la calle, José Luis Rodríguez Zapatero protagonizó un mitin de marcado acento vasco y apego a la actualidad electoral. "En democracia sólo cabe la palabra, las ideas, y aquellos que usan la violencia, la amparan, la apoyan o no se atreven a estar contra ella por cobardía, por sumisión o porque se humillan ante quienes tienen una pistola, no pueden estar en el juego democrático", dijo justificando la exclusión de los comicios de las dos formaciones herederas de Batasuna que el Gobierno instó ante la Justicia.
"La paz está más cerca"
Como no podía ser de otra forma, sus primeras palabras fueron para defender su empeño en el proceso de paz, de cuyo fracaso señaló como único y exclusivo responsable a "ETA y su locura criminal". Instantes antes, el secretario general del PSE de Guipúzcoa, José Miguel Buen, le había dado, "en nombre de los socialistas vascos y de la inmensa mayoría de los vascos, las gracias por haberlo intentado".
Correspondió Zapatero agradeciendo el apoyo del PSE, con mención expresa a cuatro de sus dirigentes: Patxi López, secretario general; Jesús Eguiguren, presidente y uno de los negociadores; Rodolfo Ares, secretario de Coordinación, y el propio Buen.
"Me hubiera gustado dar las gracias a todos, pero no puedo. Lamento profundamente que el PP haya puesto por delante sus ambiciones a sus obligaciones con la democracia, con España y con el Estado", apostilló un Zapatero que lleva cuatro años esperando desquitarse un poco de este amargo sinsabor a base de decirlo en voz alta, convencido de que "los ciudadanos toman nota" del comportamiento de los políticos.
A pesar de la vuelta a las armas de ETA, el líder socialista aseguró: "No estamos más lejos del fin de la violencia, estamos más cerca".
El ‘plan Ibarretxe', inviable
Como no todo es ETA, tampoco en Euskadi, Zapatero renovó su compromiso con un proyecto "de convivencia" para esta comunidad autónoma y de ella "con toda España". Llegado a este punto, afirmó con rotundidad que "nunca saldrá adelante" el plan Ibarretxe, ni ningún otro "plan que quiera dividir a la sociedad vasca", en la que -proclamó- "nada se puede hacer sin el PSE y menos en contra del PSE".
Integrar la inmigración
En esta tierra que tanto sabe de mestizaje y de exclusión, esgrimió su condición de presidente del Gobierno para, ante el debate abierto por el PP sobre la inmigración, pedir que no "se alienten las peores pasiones para la convivencia". "Deberíamos -dijo- dejar esta cuestión fuera de la controversia partidaria en la campaña electoral y trabajar todos por tener una inmigración legal, ordenada e integrada", sin fomentar "debates de exclusión".
Patxi López defiende "la otra causa vasca"El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, se declaró “bastante harto de tantas grandes palabras” como “causa vasca, conflicto vasco...”, que usan con profusión los nacionalistas. En su lugar, reivindicó como objetivo de los socialistas “la otra causa vasca”: “La que se llama María, que lleva 16 años cuidando a su madre, sin tener vida propia, y que ahora tendrá un reconocimiento de servicios públicos. La que se llama Aukene y Nacho, que llevan mucho tiempo queriendo irse a vivir juntos y ahora tendrán una ayuda para alquilar vivienda. La que se llama Ernesto, que ha podido casarse con el amor de su vida, Íñigo. La causa de los socialistas tiene nombres y apellidos...”
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