Este artículo se publicó hace 13 años.
Zapatero justifica la intervención libia en la protección de la población civil
Todos los grupos menos IU y BNG respaldan la operación. Rajoy destaca que "siempre" apoya las misiones exteriores
La protección de la población civil y no otros intereses es lo que ha movido al Gobierno a impulsar la intervención militar en Libia. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se esforzó ayer en recalcar esta idea durante su intervención en el Congreso para pedir el aval de los grupos a la operación.
La autorización se refiere, por el momento, a los próximos tres meses, pero podría ampliarse por un periodo indeterminado de tiempo. Zapatero concretó que "mientras exista el riesgo de que [Muamar] Gadafi vuelva a atacar a su pueblo", las Fuerzas Armadas españolas aplicarán "la fuerza necesaria para impedirlo".
El presidente recalca el mandato de la ONU e insiste en que no se busca el fin de Gadafi
Cuatro días después de que se iniciaran los ataques de países de la OTAN sobre Libia, el Gobierno consiguió ayer el visto bueno del Parlamento para intervenir en el país. Todos los grupos, menos el diputado de IU y los dos representantes del BNG, votaron a favor de que los militares españoles participen en la operación.
Zapatero defendió que España forme parte de esa coalición internacional, que se sustenta en la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que autoriza el uso de la fuerza para garantizar la protección de la población civil libia que está siendo víctima de los ataques de las fuerzas de Gadafi.
Dicha resolución, matizó el presidente, "no pretendía la expulsión del coronel Gadafi", sino advertir al dictador "de que deje de usar las armas contra su pueblo", porque si no lo hacía así, la comunidad internacional usaría la fuerza "para poner fin al genocidio contra su pueblo".
Ese es, precisamente, el objetivo que persigue la intervención española: "La tarea de proteger al pueblo libio de la amenaza que representan sus actuales gobernantes y facilitarle la realización de sus aspiraciones de autogobierno", aseguró Zapatero.
En su opinión, los ataques militares de los países aliados, en los que España no ha participado aún expresamente, "han surtido efecto" porque "parece que se han detenido los ataques indiscriminados y, eventualmente, se ha producido algún repliegue".
Además, el presidente del Gobierno consideró que la comunidad internacional "ha salido reforzada" por la forma en que ha adoptado su posición respecto a Libia. "Con apoyo inequívoco en dos resoluciones del Consejo de Seguridad y con el respaldo expreso de las organizaciones regionales más relevantes en este caso, la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y la Unión Africana y el propio Consejo Europeo", destacó Zapatero.
Llamazares insiste en que la democracia "no se impone con la guerra"
En el marco de la operación, el Ministerio de Defensa ya ha desplazado a Libia cuatro cazas F-18 y un avión de reabastecimiento, que tienen como objetivo "garantizar la zona de exclusión aérea" que estableció la ONU, así como medios aéreos y navales para la aplicación del embargo de armas, recogido también en la resolución de Naciones Unidas. La autorización de ayer también incluye el envío de 500 efectivos a la zona.
Todos los grupos, excepto IU y BNG, respaldaron el envío. Y, como viene siendo habitual, la participación española en una operación militar contó con el consenso de los dos principales partidos, el PSOE y el PP. Durante su intervención en la Cámara Baja, el líder de los conservadores, Mariano Rajoy, hizo especial hincapié en este asunto, recalcando que su partido "siempre" ha respaldado las intervenciones de otros gobiernos. El líder del PP trataba de recordar a los socialistas su rechazo a la participación en Irak.
"España ya está en combate"Pese a que esa intervención no contó con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU y la de Libia sí, Rajoy intentó equipararlas. Incluso aseguró que, a raíz del despliegue militar del pasado fin de semana, "es toda España la que se compromete, la que interviene, la que asume los riesgos inherentes a cualquier clase de conflicto armado". "España ya está comprometida, España ya está en el combate", insistió.
También intentó recalcar Rajoy la responsabilidad del presidente del Gobierno en la intervención. "La decisión la ha tomado el señor Zapatero y nosotros no la vamos a entorpecer", aseguró. Repitió esa misma idea hasta siete veces durante su declaración en el Congreso.
Aunque Rajoy no mostró atisbo de duda sobre el respaldo de su grupo a la operación internacional, sí se hizo varias preguntas sobre el alcance de la intervención. Porque, según él, "podríamos estar ante un conflicto largo y enquistado; una guerra civil que se prolongue en el tiempo, sin que la intervención internacional pueda evitar el desastre humanitario". Los portavoces de CiU, PNV, ERC, CC, UPyD y UPN también dieron el sí a la intervención.
Pero el No a la guerra regresó al Congreso, no sólo por un reducido grupo del público, que gritó esa consigna una vez finalizado el pleno, sino también en la solapa del portavoz de IU, Gaspar Llamazares. Fue el portavoz más contundente contra la misión militar en Libia. "¡Quién le ha visto y quién le ve!", le dijo a Zapatero. "Otrora tras la pancarta del ¡No a la guerra!: no a la guerra de Irak; más tarde con el sí, pero a la guerra de Afganistán, y ahora encabezando la coalición de París, rememorándonos a todos otra coalición: la coalición de las Azores".
Llamazares aseguró que la intervención en Libia busca "intereses geoestratégicos" y no defender la democracia, porque esta "no se impone con la guerra".
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