Este artículo se publicó hace 17 años.
«A Zapatero le ha faltado consistencia»
El Portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados hace balance de la legislatura y expone las condiciones para pactar con el ganador de marzo
Esta legislatura, CiU ha jugado un papel secundario porque Zapatero prefirió tener como socios preferentes a IU y a ERC. Tras las elecciones catalanas, Zapatero quiso que el pacto fuera con CiU, pero Montilla se adelantó y volvió a dejar a los nacionalistas en segundo plano. Duran Lleida está convencido de que, tras las elecciones generales del 9 de marzo, su formación jugará un papel decisivo, gane quien gane, porque ninguno de los dos grandes partidos tendrá mayoría absoluta. No oculta que puede ser el momento de entrar en el Gobierno. El portavoz de CiU, designado ya candidato, expone las condiciones para ese hipotético pacto.
¿Qué balance hace de la actuación del Gobierno en la legislatura?
Como todos, este Gobierno hace cosas buenas y malas, pero creo que en muchos ámbitos ha sido una legislatura perdida. Ha tenido mucho peso la confrontación y, como resultado, se han dilapidado instituciones básicas en un Estado de Derecho, porque una legislatura que acabe con el Consejo General del Poder Judicial y con el Tribunal Constitucional como están no deja un sabor dulce precisamente. Hay que reconocer que ha habido cosas positivas como la política europea, la recuperación de las relaciones con Marruecos, aunque no haya sido tan positivo que las relaciones con Estados Unidos sigan siendo tan distantes. En política social no ha sido una legislatura positiva, aunque el Gobierno insista en la Ley de Dependencia o la subida del salario mínimo. El Gobierno hace trampas en solitario, de la Dependencia no se ha cobrado ni un euro y el salario mínimo ha sido sustituido por el Iprem, que es más bajo. Se ha hecho poco en materia de pensiones; en el ámbito de los autónomos se ha dado sólo un primer paso importante; en política económica Solbes ha sido un buen ministro de contención de actitudes más irresponsables desde el Gobierno; en política antiterrorista hemos apoyado al Gobierno, se ha fracasado, pero también fracasaron los anteriores, eso sí ha habido demasiado ruido y parlamentarización del debate sobre ETA y en eso el Ejecutivo ha tenido responsabilidad, independientemente del uso inaceptable que ha hecho el PP del terrorismo para hacer oposición.
¿Y de la actuación del PP en la oposición?
El Gobierno podrá salir airoso del balance de la legislatura más por lo que ha hecho que por lo que ha dejado de hacer la oposición. No ha tenido el sentido de Estado que se requiere cuando se pretende gobernar, ni el sentido de la oportunidad que en muchas ocasiones se requiere. España en los últimos tres años y medio años no ha tenido ni un buen Gobierno ni una buena oposición.
¿Cómo son sus relaciones con Zapatero y qué opina de él como presidente?
Mis relaciones son cordiales. Me parece que al presidente del Gobierno en muchos ámbitos le ha faltado consistencia y en alguno en particular, como la política antiterrorista, le ha sobrado verbalización, ha hecho demasiadas declaraciones. Por otra parte, el presidente del Gobierno no ha cumplido con su palabra sobre el Estatuto de Catalunya que formalizó con CiU. Dijo que se comprometía a aprobarlo según salía de Catalunya y no lo hizo y este Gobierno vulnera ahora el Estatuto en su aplicación en varias cosas concretas: Ley de Dependencia, que según dijo el Consell Consultiu de la Generalitat, invade competencias autonómicas y provoca un gasto que decide el Estado y que debe asumir Catalunya y las CCAA, sin aplicar el principio de lealtad; medidas de la Vivienda de la ministra Chacón, que no sólo son una mala fotocopia de las de su antecesora, sino que invaden competencias, según su propio compañero de partido como el conseller Castells; y el tercero, el de la inversión del Estado, sobre la que se sigue mareando la perdiz, aunque es cierto que ha mejorado, pero sigue sin cumplir la cláusula del Estatut. Zapatero cumple con Andalucía, pero no con Catalunya y este Gobierno tiene un problema con Catalunya y es que aunque aumente la inversión ese dinero no puede gastarse porque no ha aprobado ni proyectado ni una sola obra pública nueva en Catalunya y eso lo vamos a padecer en los próximos años.
¿Por qué en esta legislatura se han roto consensos básicos que se habían mantenido desde la Transición?
La primera causa es el 11-M que ha estado presente como el fantasma de la ópera toda la legislatura y la ha conmocionado. El PP no ha sabido asumir una responsabilidad y no se ha dado cuenta de que las elecciones no las ganó el PSOE, sino que las perdió el PP. No asume que la razón por la que el PSOE movilizó a la gente y el PP perdió las elecciones es porque el Gobierno de entonces mintió respecto a la autoría de los atentados. No ha sabido pasar página estos años y el asunto ha estado presente en la confrontación entre los dos grandes partidos. De todas formas, esa ruptura venía de atrás, por ejemplo, con la decisión de Aznar sobre la Guerra de Irak que rompió el consenso sobre la política exterior y supuso una fractura importante entre el Gobierno del PP y el conjunto de la oposición. Por último, los nuevos dirigentes políticos no hicieron la Transición y alguno de ellos si la hubiera protagonizado no la hubiera hecho igual. Ese espíritu de la Transición se ha evaporado y el diálogo ya no es pieza clave de la política. Eso se nota en asuntos como la educación o la inmigración.
¿La sentencia del 11-M cierra el debate?
No en el ámbito judicial, porque el Estado de Derecho ofrece la posibilidad de la casación en el Supremo, pero hay una primera verdad que es lajudicial y ésa está establecida ypolíticamente no hay nada que añadir. Hay que acordarse de las víctimas e intentar que no nos dividamos más porque la amenaza del terrorismo islamista está ahí.
¿Tiene sentido el debate sobre la autoría intelectual?
Es una insensatez perder el tiempo buscando autores intelectuales de un atentado de esta envergadura. En Italia hay un proceso por el que se puede obtener algo, pero no me parece que lo que haya que hacer es perder el tiempo en debatir sobre esto. No está ETA y eso dice la sentencia.
¿Qué le pasa con la Cope?
No me pasa nada con la Cope. No quiero hablar más de la Cope, porque como emisora es una cosa y algunos de sus profesionales otra. Se me preguntó si estaba de acuerdo como católico con ayudar a la Iglesia a pesar de la COPE y dije que sí, a pesar de la Cope. No tengo más que decir.
Después de las generales, ¿con quién le gustaría pactar, con el PSOE o con el PP?
No es cuestión de gusto. Primero hace falta que nos necesiten, que parece que sí porque todo está abierto y quien gane no lo hará por mayoría absoluta. Zapatero puede optar otra vez por una alianza con IU y ERC, allá él, es una opción costosa para el PSOE y lo está siendo en esta legislatura, pero allá él. En segundo lugar, tendremos que decidir si pactar o no un acuerdo de Gobierno o apoyo parlamentario y no tenemos las puertas cerradas a ninguna opción. Todo el mundo sabe que en Unió siempre hemos defendido que si se dieran las condiciones, sería bueno para Cataluña y España que el catalanismo pudiera implicarse en el Gobierno central. Nuestras condiciones son tres: desarrollo del Estatuto, incluyendo el sistema de financiación y que nadie cuente con nosotros si no respeta el Estatuto y quien tenga intención de llegar a acuerdos con CiU deberá hacer públicas las balanzas fiscales para tener un debate sereno sin demagogia; el segundo bloque es el modelo de sociedad donde se incluye educación, familia, inmigración y energías, con un debate sobre energías renovables y nuclear y sobre cambio climático y el tercer bloque es el de calidad democrática para afrontar la desafección de la ciudadanía de la política, conscientes de la mala valoración que tenemos los políticos y pensando en medidas como la reforma electoral para acabar con las listas cerradas y para cumplir pactos como el del transfuguismo.
¿Sería compatible apoyar al PSOE en el Gobierno central y estar en Catalunya en la oposición al tripartito?
Lo que no tiene sentido es pensar que CiU pondrá como condición que cambie el Gobierno de Catalunya, porque el futuro de Catalunya no se decide en Génova, La Moncloa o Ferraz, corresponde a los partidos catalanes. No obstante, un apoyo de CiU al PSOE en España es difícil sostenerlo desde la actual situación de desprecio del PSC a CiU en Catalunya. El ciudadano español no conoce cómo el PSC en Catalunya es responsable del aumento de poder de ERC y uno de los males de la política en este momento es que los extremos dominan demasiado el debate. ERC tuvo muchos votos porque el PP y Aznar hicieron un discurso muy anti Esquerra, pero ERC tiene mucho poder porque los socialistas le han preferido antes que a CiU.
Con el PP también sería difícil el pacto ya que proponen una reforma constitucional que blinda competencias del Estado y mantiene el recurso contra el Estatuto.
Me parece muy difícil pactar con el PP, aunque también con Zapatero que está laminando el Estatuto. Es difícil que el PP esté en condiciones de aceptar un Estatuto que tiene recurrido y dejar de hacer esa demagogia que hace sobre supuestas vulneraciones de la igualdad de derechos de los ciudadanos.
Es decir, que sería condición previa para pactar con el PP la retirada del recurso
Quien quiera nuestros votos tiene que cumplir con el Estatuto y tendrá que retirar el recurso de inconstitucionalidad, pero no veo al PP con ese ánimo. Se está equivocando respecto a Catalunya y está otra vez en el discurso de "Pujol enano habla castellano".
¿Se habla de un hartazgo ciudadano en Catalunya por todo lo que pasa, pero no cree que lo hay también en el resto de España respeto a la política catalana como centro de todo?
Sí, desgraciadamente, creo que es un fenómeno de doble dirección, lo que nos lleva a una reflexión: si España entiende que Catalunya es una pieza importante del conjunto español tiene que ser muy consciente del estado de ánimo de la ciudadanía catalana y eso no impide que en Catalunya podamos resolver todos nuestros problemas adjudicando toda la responsabilidad fuera de Catalunya. Me parece oportuna la reflexión del Círculo de Economía para buscar nosotros nuestra propia responsabilidad. Es decir, que no sea sólo la excusa de la desafección con España.
¿Qué ocurre si el TC anula partes importantes del Estatuto?
No quiero situarme en ese escenario. Respetemos el TC, bastante daño le han hecho el PSOE y el PP. Hace dos años yo defendía la constitucionalidad y sigo pensando que es constitucional. Si el TC, más allá de considerar ajustables cuestiones menores en un texto farragoso que sería un problema menor, tocara el hueso sustancial estaremos ante un problema político grave que debería afrontarse de manera distinta al debate estatutario. No haciendo declaraciones o convocando referendos, sino con la boca cerrada y con los partidos catalanes en torno a una mesa buscando una solución.
¿Habría un choque de legitimidades, después de haber sido aprobado en referéndum?
Sí claro, pero la legalidad establece, seguramente equivocadamente, que el TC se pronuncia detrás del referéndum y hay que situarse en el marco legal. Pero sigo pensando que es constitucional y en el tribunal va a primar eso.
Artur Mas expone el día 20 su propuesta de refundación del catalanismo, ¿qué espera?
Ésa no es una conferencia de la precampaña, sino precongresual de CDC, no afecta al programa de CiU. No va a ser incompatible y me consta que no va a provocar ningún problema a mi candidatura y puede ser que yo no esté de acuerdo con el cien por cien de lo que diga Mas, como él no está de acuerdo con todo lo que digo yo, pero hay que admitir que somos dos partidos distintos, aunque vayamos juntos, y hay más cosas que nos unen que las que nos separan.
¿Por qué piden la dimisión de la ministra de Fomento?
Por higiene democrática es lo mínimo que se puede pedir, si la pidió Zapatero la de Cascos en su día por baches en el trayecto de Zaragoza a Lleida, imagínese después de días de socavones y de alterar la vida a decenas de miles de ciudadanos...La ministra no cesa porque el presidente no quiere, así que la responsabilidad pasa a Zapatero, que es responsable de lo que pasa en cercanías. Zapatero dixit.
¿Debe el Gobierno llamar a consultas al embajador en Venezuela?
En primera instancia el Gobierno hizo bien y la primera medida no debe ser llamar a consultas al embajador. Apoyo al rey y a Zapatero, pero no se puede comparar el incidente con la situación de Marruecos sobre Ceuta y Melilla, porque Rabat tiene planteada hace años lo que llaman la recuperación en instancias internacionales y son cosas muy distintas. Chávez no cesa en su escalada y el Gobierno debe ser consciente de que tiene pocas horas para con diplomacia serena y callada resolver el problema. Si sigue, el Gobierno tendrá que dar ese paso, pero hoy por hoy no.
¿Le pareció correcta la actuación del rey?
Correctísima. No hay que enjuiciar la actuación del rey, sino la de Chávez, y quien interrumpe es Chávez a Zapatero y lo único que hace el rey es decirle que deje hablar. Chávez es un maleducado en ese momento y un bravucón y él es quien se comporta como un toro bravo, según su lenguaje. Además, es para defender a un ex presidente democrático de un país democrático y a Chávez no hay que reconocerle excesiva autoridad moral para hablar de golpes de Estado.
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