Son muchos los beneficios de viajar solo, algo que todos debemos hacer, por lo menos, una vez en la vida; pero cuando se habla de los viajes en grupo, las dudas surgen. ¿Realmente es tan fabulosa esta forma de conocer sitios y descubrir otras culturas? ¿No nos estresa más? ¿Puede resultar menos beneficiosa que otro tipo de escapada?
Con esas ideas en mente, y sin olvidar los factores psicológicos que inciden en el asunto, averiguamos si es bueno para nuestro descanso viajar en grupo y te ofrecemos alguna clave para sacarle el máximo provecho.
Beneficios de viajar
Solo o acompañado, en pareja o en grupo, viajar tiene una serie de beneficios comunes psicológicamente hablado. De forma general, se reduce el estrés, aumenta la autoestima, genera sensación de bienestar y mejora la creatividad.
Sin embargo, a la hora de potenciar más o menos estos beneficios psicológicos, tiene mucho que ver la forma de viajar y las circunstancias personales de cada uno. Viajar solo resulta un placer para aquellos con ansia de aventura, pero también para los que buscan superar sus inseguridades o conocerse mejor. También es algo fundamental para las personas más independientes y autónomas, las cuales solo con pensar en un viaje en grupo ya se agobian. Pero para aquellos que están acostumbrados a estar acompañados y necesitan grandes dosis de sociabilidad, el hecho de viajar solos les provocará tanto o más estrés que hacerlo en con varias personas.
Asimismo, un viaje en pareja propicia la intimidad y puede fortalecer la relación o, por el contrario, es capaz de acelerar la ruptura. Es en estas circunstancias en las que salimos de la rutina y pasamos tantas horas continuadas con la otra persona que es posible que se revelen conflictos sin resolver, y no son pocas las separaciones y divorcios tras las vacaciones. Pero si no es así, compartir recuerdos y experiencias comunes siempre es lo que más une en todo tipo de relación personal.
Beneficios de viajar en grupo
Sin embargo, de modo general, viajar en grupo sí tiene una serie de beneficios, aunque ninguno relacionado con el descanso. Y es que en este tipo de viaje las relaciones sociales están presentes en mayor medida y, aunque resultan estupendos para fortalecerlas, en el supuesto de que viajemos con una pandilla de amigos o familiares, también genera mayores situaciones de estrés.
Asimismo, si optamos por apuntarnos a un viaje solos en grupo, haremos nuevos amigos y podremos beneficiarnos de las ventajas de ambos tipos de viaje, siempre y cuando seamos personas especialmente sociables. Lo mejor es que se mejoran las habilidades comunicativas y se trabaja en equipo. Pero ten en cuenta que es necesario consensuar las decisiones y, si hay problemas o imprevistos durante el viaje, resulta más fácil sobrellevarlos.
Desventajas de viajar en grupo
Pero no siempre es todo tan idílico en los viajes en grupo, sobre todo, si tenemos en cuenta que puede haber una voz que se imponga sobre las otras y que estas, por evitar conflictos, terminen haciendo actividades que realmente no les apetecen nada, callarse por no discutir ante las bromas pesadas de alguien o cansarse de no tener un segundo para uno mismo porque algunos no respetan esos momentos de intimidad.
La verdad es que, en grupo, no podrás hacer todo lo que deseas y tendrás que acabar cediendo ante los planes de la mayoría. La única forma de que no sea así será ir por libre aunque tus compañeros no tienen por qué aceptarlo de buen grado. No obstante, si vas con la familia o amigos y conocen tu carácter y tus gustos, no tendrías por qué tener problema por poder realizar esos planes por tu cuenta y no estar todo el rato con ellos.
Otra de las desventajas de viajar en grupo, que incrementa el estrés y disminuye el descanso, es el tiempo. Tú puedes estar listo y querer salir ya o comer rápidamente para no perder un segundo, pero no todos nos preparamos con la misma velocidad ni llevamos el mismo ritmo, así que según cómo sea tu grupo puede que te demores más de lo que te gustaría y que, en ocasiones, te desanimes.
Viajar en grupo y descansar
Esto se nota sobre todo en los horarios de sueño y en el reloj biológico, dos factores fundamentales en el descanso. Hay personas que trasnochan y se acuestan muy tarde, mientras que otras están a las siete de la mañana en marcha dispuestas a aprovechar cada segundo de luz. Si eres de los madrugadores, saca partido a esas horas para realizar las actividades o planes que no interesan a los demás o disfrutar de unas horas para ti. Intenta buscar el modo de coordinar tus hábitos con los del resto para no caer presa del estrés y regresar de las vacaciones más agotado de lo que fuiste.
