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Los entrenamientos en Río de Janeiro y otras fotos del día (01/08/2016)

Un nadador se prepara antes de su sesión de entrenamiento. REUTERS/Stefan Wermuth

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Un nadador se prepara antes de su sesión de entrenamiento. REUTERS/Stefan Wermuth

Restos de un avión militar ruso que ha sido derribado en Siria este lunes con el piloto detro, que ha muerto/REUTERS

Niños filipinos atraviesan un río contaminado con barcas hechas por ellos mismos para recolectar elementos reutilizables en Manila, Filipinas/REUTERS

Unos niños se dirigen a la escuela tras las grandes inundaciones que ha sufrido Mumbai estos días, en la India/REUTERS

Un participante sonríe después de su partido de balonmano en el llamado "Wattoluempiade" (Juegos Olímpicos de Barro) en Brunsbuettel, en el Mar del Norte, Alemania. REUTERS / Fabian Bimmer

Un coche calcinado en un incendio en California (EEUU) que ha destruído grandes cantidades de héctareas de bosques/REUTERS

Aviojets C - 101 del grupo acrobático de la Fuerza Aérea Española Patrulla Aguila vuelan sobre una playa durante una exhibición aérea en Torre del Mar. REUTERS / Jon Nazca

Niños afganos juegan cerca de su refugio temporal, en Jalalabad, Afganistán. EFE/Jalil Rezayee

Un grupo de voluntarios pasea entre unas mesas de la marca Coca Cola cerca del centro de prensa de Río de Janeiro. REUTERS/Kevin Coombs

Varios miembros del público llevan gafas 3D durante un concierto del grupo alemán de música electrónica Kraftwerk, en el Festival de Música y Artes de Estocolmo, Suecia. EFE/Erik Nylander

Jennelyn Olaires, de 26 años, llora sobre el cuerpo de su pareja, que fue asesinado en una calle por un grupo de vigilancia, según la policía, en una serie de asesinatos relacionados con las drogas en la ciudad de Pasay, Metro Manila, Filipinas. Un signo sobre un cartón encontrado cerca del cuerpo dice lo siguiente: "Pusher Ako", que se traduce en "soy un traficante de drogas". REUTERS / Zar Dancel

Una mujer lleva a un niño mientras arde una efigie del demonio Ghantakarna para simbolizar la destrucción del mal, durante el festival Ghantakarna en la antigua ciudad de Bhaktapur. REUTERS/Navesh Chitrakar

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