Cargando...

Fukushima, 4 años después de la tragedia

Norio Kimura reza por su familia frente a un monumento que hizo por su familia a la que perdió, el 11 de marzo de 2011 en el tsunami, cerca de Okuma, provincia de Fukushima./ REUTERS-Toru Hanai

Publicidad

Actualizado:

Norio Kimura reza por su familia frente a un monumento que hizo por su familia a la que perdió, el 11 de marzo de 2011 en el tsunami, cerca de Okuma, provincia de Fukushima./ REUTERS-Toru Hanai

Norio Kimura, 49 años, perdió a su padre, mujer e hija el 11 de marzo de 2011 en el tsunami, en  Okuma cerca de TEPCO./ REUTERS-Toru Hanai

Trabajadores con trajes protectores y máscaras transportan grandes bolsas de plástico con tierra contamianda, hojas y desechos, en las tareas de descontaminación de Tomokia, cerca de TEPCO./ REUTERS-Toru Hanai

Trabajadores mueven grandes bolsas de plástico que contienen desechos contaminados en un depósito temporal, dentro de la operación de descontaminación de la zona, en la ciudad de Tomioka, provincia de Fukushima./ REUTERS-Toru Hanai

Grandes bolsas de plástico que contienen restos de tierra, hojas y desechos contaminados, son depositados en las costa devastada por el tsunami en Tomioka, provincia de Fukushima./ REUTERS-Toru Hanai

Monumento a las víctimas del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 en Tomioka, cerca de la planta nuclear de TEPCO./ REUTERS-Toru Hanai

Un barco pesquero arrastrado por el tsunami del 11 de marzo de 2011, a través de la ventana de una casa abandonada en Namie./ REUTERS-Toru Hanai

Diccionarios y libros sobre las mesas de una clase en la escuela primaria de Kumamachi, dentro de la zona de exclusión de Okuma, provincia de Fukushima, junto a la central de TEPCO./ REUTERS-Toru Hanai

Una mujer en un complejo temporal de viviendas cubierto de nieve, que acoge a evacuados de Okuma, ciudad ubicada en la zona de exclusión./ REUTERS-Toru Hanai

Personas que fueron evacuadas de Okuma, ciudad dentro de la zona de exclusión junto a la planta de TEPCO, asisten a una reunión con su alcalde Toshitsuna Watanabe, en el complejo temporal de viviendas que habitan en Aizuwakamatsu./ REUTERS-Toru Hanai

Publicidad