Medio Ambiente El mundo en llamas

Recientes imágenes de la NASA, que detectan los puntos del planeta en los que se producen incendios, dan una idea de la dimensión de la destrucción que provoca el fuego. Los incendios son, en gran medida, causados por el hombre y si bien ayudan a mejorar los cultivos y pastos, también producen humo que degrada la calidad del aire. NASA

África parece tener los incendios más concentrados. Esto podría deberse al hecho de que estos son probablemente incendios agrícolas. La ubicación, la naturaleza generalizada y el número de incendios sugieren que estos incendios son, en su mayoría, obra de la mano del hombre. Reuters

En otros lugares, los incendios, como en América del Norte, son incendios forestales en su mayor parte. Especialmente dramática ha sido la situación en el norte de California, en donde el fuego ha arrasado una gigantesca porción de la masa forestal en la zona de Mendocino. AFP

En América del Sur, especialmente en Chile, se están viviendo unos años especialmente dramáticos en lo que a incendios forestales se refiere. El centro del país experimenta una gran sequía y grandes porciones de bosques se han convertido en pasto de las llamas. EFE

En Brasil, incendios forestales generados por el hombre para despejar campos de cultivo, deforestar el terreno y limpiarlo para la cría de ganado a menudo crecen fuera de control rápidamente debido a problemas climáticos. REUTERS

Australia es otro ‘punto caliente’ en cuanto a los incendios, especialmente en zonas remotas pero también en las áreas más pobladas. Los veranos cada vez más calurosos y secos causarán previsiblemente incendios más prolongados, y la expansión urbana hacia los matorrales está poniendo en riesgo a más personas cuando surjan los incendios. AFP

El norte de Europa ha sufrido una serie de incendios este verano debido a unas temperaturas inusalmente altas durante este verano. Grandes extensiones de bosques en los países escandinavos han sido arrasadas por las llamas. AFP

En España, este año, las condiciones climatológicas (con un mes de julio relativamente suave) han ayudado para esquivar, al menos de momento, el efecto destructor de los grandes incendios forestales en la Península Ibérica. Aun así, algunos fuegos en la costa mediterránea, así como en la zona del Algarve portugués indican que los fuegos descontrolados siguen siendo una de las principales amenazas consecuencia del cambio climático. EFE