La violencia gana por goleada en Francia
Un hincha radical golpea a otro en la cara en los disturbios en las gradas del estadio Vélodrome tras el Inglaterra-Rusia. /EFE
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Un hincha radical golpea a otro en la cara en los disturbios en las gradas del estadio Vélodrome tras el Inglaterra-Rusia. /EFE
Ultras rusos caminan por las gradas del estadio Vélodrome en busca de ingleses. /EFE
Ultras ingleses saltan una valla para huir de la zona de disturbios en las gradas del Vélodrome. /EFE
Un hincha inglés propina una patada a otro subido a un asiento del estadio Vélodrome de Marsella. /EFE
Hinchas radicales saltan una de las vallas que separan las gradas del estadio Vélodrome. /EFE
Una masa de radicales rusos saltan barandillas la pasiva mirada de los agentes de seguridad. /REUTERS
Ultras rusos encienden una bengala en una grada en pleno partido entre Inglaterra y Rusia. /REUTERS
Dos ultras se encaran con otro grupo de aficionados en las gradas del Vélodrome. /REUTERS
Radicales cantan y encienden una bengala en las gradas del estadio Vélodrome ante agentes de seguridad. /AFP
Un grupo numeroso de ultras por las calles de Marsella anoche. /EFE
Una hilera de policías con un perro hace una redada en busca de ultras violentos en Marsella. /EFE
Ultras en el puerto de Marsella lanzando bengalas y botes de humo anoche tras el Inglaterra-Rusia. /REUTERS
Miembros de la seguridad sujetan a un hincha tras el partido Inglaterra-Rusia. /REUTERS
Dos ultras golpean a puñetazos a otro en plena calle en Marsella. /REUTERS
Hinchas ingleses se apartan tras lanzar un petardo en una calle llena de desperdicios y botellas de cerveza vacías. /REUTERS
Un hincha esposado y sentado ante decenas de policías antidisturbios en Marsella. /REUTERS
Hooligans ingleses lanzan botellas vacías en las calles de Marsella antes del Inglaterra-Rusia. /REUTERS
Una hilera de ultras ingleses desafían a la Policía por las calles de Marsella. /REUTERS
Ultras ingleses dan patadas a los escudos de los antidisturbios ayer por la tarde en Marsella. /REUTERS
Un ultra sometido en el suelo por tres agentes antidisturbios en Marsella. /REUTERS