Los 80 kilómetros de desolación del huracán 'Patricia'
El súper huracán se diluyó en menos de un día a su paso por el territorio mexicano y no ha causado por ahora ninguna víctima mortal, aunque pudo ser letal a juzgar por la desolación que sembró antes de chocar con dos murallas naturales
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MADRID.- El súper huracán Patricia se diluyó en menos de un día a su paso por el territorio mexicano y no ha causado por ahora ninguna víctima mortal, aunque pudo ser letal a juzgar por la desolación que sembró. Hacer un recorrido en coche por ese territorio de clima tropical y frondosa vegetación es la única forma de comprender por qué el cambio de rumbo repentino de Patricia el pasado viernes, pocas horas antes de que fuera a impactar con el enclave turístico de Puerto Vallarta, evitó una catástrofe de proporciones incalculables.
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El tramo afectado está en la costa que tiene el estado occidental de Jalisco en el Océano Pacífico, entre las localidades de Puerto Vallarta y Melaque, que colindan por el norte con el estado de Nayarit y por el sur con Colima, respectivamente. "Tenemos daños del kilómetro cero de la carretera federal 200, que se sitúa en Melaque, hasta el 80", se suma Miguel Ángel Martínez, que ostenta el cargo de residente de obra de la costa de Jalisco y también depende de la SCT.
Según expertos consultados, el ciclón tropical fue menos dañino de lo esperado porque en su trayectoria se encontró con dos muros naturales
Al día siguiente de la llegada de Patricia, que penetró en México por la comunidad de Emilio Zapata (costa sur de Jalisco) los únicos que transitan por la carretera son el personal de la SCT, de la Compañía Federal de Electricidad y de Telmex (Teléfonos de México). También algunos grupos de periodistas que buscan desesperados un punto en el que las antenas de telefonía móvil no se hayan visto afectadas por el viento y el agua de Patricia para transmitir textos e imágenes de lo sucedido a México y al mundo.
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Y, por supuesto, los escasos lugareños de la zona, que se apresuran a reconstruir sus casas antes de que caiga la noche o vuelva a llover. Uno de los lugareños, Sara Santana, que reside en la comunidad de Bahía de Chamela, ubicada junto a la carretera, trata de salvar lo que queda de la vivienda de su madre, que vive en Estados Unidos, ya que la suya se le cayó "toda". Santana va a mudarse al hogar de su progenitora porque al menos todavía tiene techo.