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Abás anuncia a la ONU que Palestina pide incorporarse

Trinidad Jiménez proclama que esa es 'una aspiración legítima'

ISABEL PIQUER

Ha empezado la cuenta atrás de lo que debería ser una semana crucial en la historia palestina. El presidente de la Autoridad Nacional (ANP), Mahmud Abás, confirmó ayer al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sus intenciones de presentar el próximo viernes la solicitud de adhesión de su país al organismo internacional, pese a la amenaza de veto de Estados Unidos y el malestar de la Unión Europea, como siempre dividida en este tema.

Abás comunicó a Ban 'su intención de entregarle el viernes la solicitud para que Palestina sea miembro de pleno derecho de la ONU', indicó el portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky. Tras esa petición, Ban tendría que tramitarla ante el Consejo de Seguridad, para obtener la luz verde de al menos nueve de 15 miembros, sin ninguna oposición de los cinco permanentes (EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China).

De aquí al viernes, las negociaciones van a ser intensísimas. El domingo, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y la Alta Representante de la UE para la política exterior, Catherine Ashton, intentaban encontrar una solución que evitara una confrontación entre Washington y la ANP, permitiera a los europeos mantener un semblante de unidad, acomodara la negativa israelí y al mismo tiempo diera algo de esperanza a los palestinos.

Es la misión del Cuarteto la Paz en Oriente Próximo (UE, Rusia, EEUU y ONU), pese a sus años de infructuosas propuestas. Su enviado especial, el ex primer ministro Tony Blair, indicó que en los próximos días seguirá trabajando para poner en marcha 'un marco de referencia' que permita reanudar las negociaciones.

Lo cierto es que todo está en el aire. Abás sigue decidido a tomar la vía del Consejo de Seguridad y enfrentarse al veto de EEUU. Lo más irónico de esta situación es que hace sólo un año, en su discurso ante la Asamblea General, Barack Obama se mostraba dispuesto a 'acoger a Palestina como nuevo miembro' de la ONU.

El veto estadounidense hace que la vía más plausible para Abás sea trasladar su petición a la Asamblea General donde tiene ya los votos asegurados (unos 126 del total de 193). Palestina obtendría así un estatus parecido al del Vaticano, Estado observador sin derecho a voto. Esa fórmula, de menor rango que un Estado de pleno derecho, no le permitiría acudir a las instancias jurídicas internacionales, como la Corte Penal (CPI), para denunciar su situación con Israel, uno de los temas más contenciosos de la iniciativa palestina.

Como suelen decir en EEUU, el diablo está en los detalles. El éxito de la maniobra diplomática palestina dependerá mucho de cómo se articule la petición y de lo que incluya el texto final.

En caso de votación en la Asamblea, España debería votar sí. El domingo, la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, indicó que la propuesta palestina le parecía 'legítima' después de tantos esfuerzos infructuosos en el proceso de paz, una forma de romper el impasse, siempre y cuando llevara a una nueva ronda de conversaciones. Tras tantos años de negociaciones y avances, 'llega un momento en que nos parece oportuno dar un paso que permita ir más allá', dijo Jiménez, 'Hay que evitar la frustración del pueblo palestino en un contexto internacional muy cambiante', apuntó.

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