Este artículo se publicó hace 13 años.
Un abogado homosexual "pobre, pero sexy"
El carismático alcalde Klaus Wowereit de 57 años es conocido por su afición a las fiestas y romper tabúes
Carismático y popular, a sus 57 años Klaus Wowereit sigue siendo a ojos de los berlineses el mejor representante de la joven y alternativa capital alemana. El alcalde reelegido ayer por tercera vez nació en Berlín en octubre de 1953 y es un ossi (como se denomina a los ciudadanos de Alemania del Este) ejemplar. Hijo de una mujer dedicada a la limpieza, estudió Derecho en la Universidad Libre de Berlín y en 1981 inició su carrera profesional como asesor de asuntos de empleo para el Secretario de Interior de la capital.
Con paciencia y discreción, Wowereit fue superando cada escalafón hasta que en 2001, gracias a un voto de censura, relevó al candidato cristianodemócrata Eberhard Diepgen al frente del Rotes Rathaus (Ayuntamiento de Berlín). Por entonces nadie le conocía.
"Soy marica y está bien así". Con esta frase, pronunciada al poco de jurar el cargo, Wowereit, alias Wowi, saltó a las portadas de los rotativos y desde hace diez años no ha desaparecido de ellas. Y su creciente popularidad ha ido unida a la de Berlín, gracias a exitosos eslóganes promocionales como: "Berlin ist arm, aber sexy" ("Berlín es pobre, pero sexy").
Además de ser uno de los primeros políticos que rompió una lanza a favor de los homosexuales, Wowereit ha roto otros tabúes, como cuando en 2001 formó Gobierno con Los Verdes y los comunistas, por entonces llamados PDS (Partido del Socialismo Democrático).
Gran amante de las fiestas, se le ha llegado a fotografiar en situaciones que para otros serían comprometidas, como bebiendo champán del stiletto de una cabaretera. Aunque en los últimos años se haya moderado, Wowi sigue siendo el rey de los saraos.
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