Este artículo se publicó hace 14 años.
El abogado que planeó el asesinato perfecto... de sí mismo
Un fiscal concluye que Rosemberg escenificó su muerte para inculpar al presidente de Guatemala
Cómo un prestigioso abogado puede promover su propio asesinato? o, lo que es lo mismo, ¿puede ser la víctima al mismo tiempo el verdugo? Es aún mas increíble si el fallecido sale después de muerto en un video para denunciar a las máximas autoridades del país, como hizo el abogado Rodrigo Rosemberg, lo que provocó multitudinarias manifestaciones en contra y a favor delGobierno guatemalteco.
Poco después del supuesto asesinato de Rosemberg, el 10 de mayo de 2009 apareció un vídeo en el que la víctima acusaba al presidente guatemalteco, Álvaro Colom, de querer matarle. En un país como Guatemala surgieron inmediatamente varias teorías de conspiración que apuntaba tanto al Gobierno como a la oposición. Y ahora resulta que el autor del crimen fue la propia víctima.
Una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG), respaldada por la ONU, concluyó esta semana que Rosemberg organizó su asesinato. La razón es que tenía una depresión.
En un hotel de la capital que el martes pasado reunió a las fuerzas vivas para seguir la conferencia de prensa, el silencio se hacía cada vez mas espeso a medida que el fiscal español Carlos Castresana, que encabezaba la investigación, movía el puntero electrónico por documentos, fotos y croquis. Las 91 diapositivas resumían ocho meses de pesquisas sobre 300 personas en diez países: un total de 100.000 llamadas telefónicas, 9.508 documentos, 260 operativos, 87 informes policiales, 47 dictámenes periciales y 135 declaraciones. Un esfuerzo gigantesco en un país donde el 96% de los 6.451 homicidios de 2009siguen impunes.
También hubo muchas pistas y testigos falsos. El entonces ministro de Gobernación, Salvador Gándara, por ejemplo, intentó manipular la investigación para inculpar a la oposición. Finalmente, el informe recibió la felicitación unánime de organizaciones empresariales y sociales en Guatemala, no sólo por la contundente y científica investigación, sino también por su independencia de las tramas políticas de diverso signo que intentaron distorsionarlo.
Sufría depresión por la muerte de su madre y el asesinato de su novia
"Es difícil de tragar, pero es la verdad, y no podemos hacer una verdad a gusto del consumidor", dijo el martes Castresana. El español admitió que le costó seis meses digerir la evidencia, "estrambótica" pero "irrefutable", de que Rosemberg organizó su propio asesinato. Él solo, "sin ningún político, militar o policía".
"No era un conspirador, no se lo comunicó a nadie, y creía las denuncias que hizo. Reitero que era un hombre honorable y no lo digo para contentar a sus hijos, que lo han demostrado también al permitirnos acceder a sus casas, caja fuerte, ordenadores y toda la intimidad de Rosemberg. Moral, legal o médicamente se calificará de otra manera, pero humanamente hay que respetar la decisión que tomó, fruto de la desesperación", comentó Castresana.
¿Y el explosivo vídeo?: "Como él decía en la filmación, quería provocar un terremoto, revertir la situación de impunidad" en Guatemala, explicó el fiscal.
Amenazas contra sí mismoAdemás de filmar y organizar la difusión del vídeo, la víctima pagó post mórten a los asesinos y hasta ganó un recurso de amparo ante la Corte Constitucional sobre una dudosa adjudicación pública. Rosemberg estaba muy afectado por la pérdida de su madre que falleció el Día de la Madre, de su segunda esposa, las adversas condiciones de un divorcio y, sobre todo, por el reciente asesinato de su novia.
Entonces decidió traspasar su bufete de abogados, hizo testamento y visitó a un sacerdote días antes de comprar dos móviles prepago. Con uno hizo amenazas telefónicas a su número habitual. El otro aparato lo entregó a los sicarios para darles precisas instrucciones sobre la hora y lugar en el que debían matarlo.
Después anunció que recibía amenazas. Para preparar su falso asesinato solicitó un sicario a dos empresarios amigos y parientes, Valdés Paiz,hoy procesados como autores intelectuales, que sólo después supieron que la víctima era el mismo Rosemberg. Incluso organizó el pago a los asesinos tras su muerte, mediante un cheque remitido por Luis Alejos, secretario de la Presidencia y socio de la víctima.
Los diez sicarios fueron detenidos hace 4 meses. Están prófugos dos intermediarios a uno se le da por muerto, además de los dos empresarios, cuyos abogados intentan obstruir la investigación. Castresana les recomendó entregarse porque no hubo móvil económico ni de animadversión, lo cual puede ser un factor atenuante del asesinato.
"Muestra la patología de este país, se considera normal que cuando tienes un lío lo soluciones a tiros", añadió Castresana al considerar "crucial que Rosembergno fuera otro Colosio u otro Kennedy", en referencia a los famosos asesinatos políticos de México y EEUU.
Pero, a renglón seguido, insistió en que esta es sólo una de las 90 muertes por cada 100.000 habitantes que ocurren en la capital guatemalteca, la tasa mas alta del mundo de homicidios. Y terminó señalando con el dedo a los tres poderes del Estado por no aplicar reformas para acabar con la impunidad, la corrupción y la tolerancia hacia los criminales.
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