Los jóvenes marroquíes volvieron a las calles este jueves en quince ciudades, como Rabat, Casablanca, Tánger y Tetuán. Las manifestaciones se desarrollaron pacíficamente, con la participación de decenas de jóvenes que corearon consignas a favor de reformas en los sectores de la salud, la educación y el empleo.  

El movimiento GENZ212, que lidera estas protestas, ha anunciado que suspenderá sus actividades previstas para este viernes, con el objetivo de asistir al discurso anual del monarca ante el Parlamento.

La brecha entre las promesas y la realidad 

En paralelo, el movimiento ha publicado en Facebook un extenso documento titulado "Documento de reivindicaciones de la juventud marroquí: para la activación del pacto constitucional". El texto propone cerrar la "gran brecha" entre las promesas constitucionales y la realidad social del país.

Los firmantes reafirman su compromiso con los pilares fundamentales del Estado marroquí: el islam, la unidad nacional, la monarquía y la vía democrática, conforme al artículo primero de la Constitución de 2011. Sin embargo, recuerdan las obligaciones del Estado de garantizar servicios sanitarios modernos, educación de calidad y empleo digno para los jóvenes.

Entre las propuestas en el ámbito de la sanidad destaca la exigencia de una reforma profunda del sistema público, que incluya mejoras en infraestructura hospitalaria, personal médico y costos de tratamiento.

En cuanto a la educación, el documento reclama una revisión integral de los contenidos de enseñanza, con énfasis en el desarrollo del pensamiento crítico, habilidades digitales, educación cívica y formación adaptada a las competencias del siglo XXI. 

Respecto al empleo, según la Agencia EFE, el censo de 2024 señala que el segmento joven entre 15 y 30 años representa una cuarta parte de la población total marroquí, mientras que la tasa de desempleo juvenil alcanzó el 47 % en el segundo trimestre de 2025, según estadísticas del Banco Central.

Así mismo, según Europa Press, las movilizaciones critican el gasto destinado por el Ejecutivo a eventos deportivos, incluida la organización del Mundial de Fútbol de 2030.