Este artículo se publicó hace 11 años.
Al menos 51 muertos en nuevos enfrentamientos en Egipto entre manifestantes y policías
Diversos choques entre las fuerzas de seguridad y los simpatizantes de Mursi dejan también alrededor de 200 heridos durante la conmemoración del 40 aniversario de la guerra de 1973
Los violentos enfrentamientos entre los islamistas, partidarios del depuesto presidente Mursi, y la Policía causaron este domingo al menos 51 muertos y alrededor de 375 heridos en Egipto, con El Cairo convertida en un campo de batalla y en escenario de las mayores protestas desde el pasado agosto. [FOTOGALERÍA DE LOS ENFRENTAMIENTOS]
Según informó un portavoz del Ministerio de Salud Jaled al diario oficial Al Ahram, la mayoría de las víctimas mortales se concentran en El Cairo y en Giza. Además, 423 personas han sido detenidas por los disturbios. Otras ciudades como Beni Suef, Al Mahalla, Alejandría, Ismailia, Aswan y Suez también fueron foco de disturbios a lo largo de la jornada, pero, de momento, se desconoce el balance de víctimas detallado.
El Partido Justicia y Desarrollo, vinculado a Hermanos Musulmanes, ha pedido ya una investigación internacional por los "asesinatos" de este domingo y ha atribuido al jefe del Ejército, Abdelfatá al Sisi, y al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, la "responsabilidad política y penal por la violencia". Por su parte, Al Sisi, advirtió que las Fuerzas Armadas del país "seguirán cumpliendo el mandato de enfrentar al terrorismo".
Convocadas nuevas manifestaciones de los islamistas para el próximo viernes
Las posturas entre islamistas y el Ejército siguen muy distantes, pero pese a la represión de los últimos meses, los Hermanos Musulmanes y demás partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi trataron en esta jornada festiva —en la que se celebraba el 40º aniversario de la guerra de 1973 contra Israel— de recobrar su pulso. Su desafío a las estrictas medidas de seguridad acabó sin embargo en un baño de sangre, el más grave desde la ola de violencia que siguió al desalojo de las acampadas de los islamistas en El Cairo el 14 de agosto pasado.
Miles de sus seguidores se organizaron en pequeñas marchas al término del rezo musulmán del mediodía para demostrar que siguen teniendo peso en las calles. Su objetivo era llegar a la plaza de Tahrir, en el corazón de El Cairo y epicentro de las manifestaciones anti Mursi, pero los militares blindaron sus accesos con tanques y carros de combate.
Las fuerzas de seguridad dispersaron a los islamistas con gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real en los barrios de Dokki y Mohandisin, en la orilla oeste del Nilo, y en zonas del centro de la capital como la plaza Ramsés. Según el Ministerio egipcio de Sanidad, 40 personas murieron en esta jornada en El Cairo, tres en la ciudad de Beni Suef y una en la localidad de Delga, en la provincia de Minia, una cifra global similar a la ofrecida por los Hermanos Musulmanes.
Una fuente de seguridad informó a Efe de que en la zona cairota de Ramsés los manifestantes incendiaron neumáticos y cortaron la avenida principal y que en Dokki la Policía respondió con fuego real a los disparos efectuados primero por islamistas. La versión de la cofradía apunta, sin embargo, a que la Policía abrió fuego contra manifestantes pacíficos, por lo que atribuyó "la responsabilidad total de los crímenes y matanzas" a los dirigentes del golpe militar.
Más de 400 detenidosEl Ministerio del Interior había advertido de que "enfrentaría cualquier acción fuera de la ley y a las personas que instigan al caos". Un total de 423 personas fueron detenidas en El Cairo por llevar a cabo "actos de sabotaje" y usar armas de fuego, según Interior. Para asfixiar las protestas, tras los disturbios del pasado viernes, el Ejército y la Policía se desplegaron en las principales arterias de la ciudad y en los puentes sobre el Nilo. En el barrio de Mohandisin, de clase media y con una importante zona comercial, el manifestante islamista Atef Rayan dijo a Efe que ya es hora de decir "basta" a las autoridades surgidas tras el derrocamiento de Mursi.
Para asfixiar las protestas, el Ejército y la Policía se desplegaron en las principales arterias de El Cairo y en los puentes sobre el Nilo
Rayan, de 19 años y con una bandera egipcia en la mano, afirmó que "los egipcios estaban desconcertados ante tanta sangre, pero harán escuchar su voz a los golpistas". "No tenemos miedo a morir si hace falta, porque creemos en nuestra causa justa", subrayó rodeado de cientos de partidarios de Mursi, que fue destituido por los militares el pasado 3 de julio tras multitudinarias protestas que pedían elecciones anticipadas.
En contraste con estas imágenes de violencia, miles de partidarios del Ejército se concentraron en la plaza Tahrir y en los alrededores de palacio presidencial de Itihadiya en un ambiente festivo. Fuegos artificiales y haces de luces inundaron estas zonas, que fueron sobrevoladas con helicópteros militares que portaban la bandera de Egipto. Al caer la noche, el estadio de la Defensa Aérea en El Cairo fue escenario de las celebraciones oficiales con motivo del aniversario de la guerra de 1973, donde no faltó la música y el teatro.
La guerra de 1973 (conocida como Guerra del Yom Kippur o del Ramadán) fue la cuarta que enfrentó a Israel con países árabes, en este caso Egipto y Siria. En un discurso a la nación con motivo de la efeméride, antes de que comenzaran los enfrentamientos, el primer ministro egipcio, Hazem Beblaui, destacó que el pueblo egipcio apoya a las Fuerzas Armadas en su plan para "establecer un estado democrático". Beblaui aseguró que el país ha elegido el camino de "la democracia, la justicia y la paz" y llamó a todo el pueblo a regresar "al seno de Egipto sin divisiones ni discordias".
En El Cairo se han producido los mayores enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y simpatizantes de Mursi, que han intentado llegar a las plazas donde acamparon tras el golpe de Estado del 3 de julio y de las que fueron violentamente desalojados a mediados de agosto. Cientos de seguidores de la Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad han intentado llegar a las plazas Tahrir y Rabaa al Adaeiya, pero han sido parados por los uniformados en las calles aledañas, lanzando gases lacrimógenos. También se han escuchado disparos. La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad ha denunciado que once de sus miembros han fallecido a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad en la calle Ramses, donde han parado a los simpatizantes de Mursi que intentaban llegar a la plaza Tahrir.
Además de evitar la llegada de los manifestantes pro Mursi, los uniformados han llevado a cabo fuertes controles de seguridad a la entrada de estas plazas, instalando incluso detectores de metal para impedir nuevos disturbos. En Giza, los choques se han producido en el distrito de Manial, donde los simpatizantes de Mursi han quemado dos patrullas policiales. La ex candidata presidencial Bothaina Kamel, por su parte, ha denunciado que ha sido agredida cuando circulaba con su coche por el distrito de Dokki. También se han vivido momentos de tensión en la ciudad de Delga, donde al menos un seguidor de Hermanos Musulmanes ha muerto y tres han resultado heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que, al parecer, han usado fuego real.
Todos los años, las Fuerzas Armadas de Egipto celebran el ataque contra Israel que se llevó a cabo hace 40 años entre el 6 y el 25 de octubre y que concluyó con una declaración de alto el fuego y con la firma del histórico acuerdo de paz entre ambos países en 1979.
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