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Alerta ante la fuga de plutonio en la central de Fukushima

La empresa responsable de la planta nuclear admite que se han encontrado partículas en cinco puntos fuera de los reactores

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Nadie quería que apareciera, se hablaba de él poco y en voz baja, pero finalmente ayer el vicepresidente de la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco), Sakae Muto, dio la noticia que desde el principio se quería evitar: hay un escape de plutonio en Fukushima. Se han encontrado partículas en cinco puntos distintos de la planta fuera de los reactores, según pruebas realizadas hace una semana.

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Muto aseguró que las cantidades detectadas "están en un nivel similar al del medio ambiente y no suponen un riesgo para la salud", pero su presencia indica que uno de los reactores está emitiendo en cantidades todavía desconocidas uno de los elementos más tóxicos de la naturaleza.

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El Gobierno admite que algunas barras de combustible se han fundido en parte

Tepco no aclaró de qué reactor procede el escape, aunque todas las miradas se centran en el número 3, el único que utiliza como combustible una mezcla de óxidos de plutonio y uranio (MOX), un compuesto extremadamente peligroso para la salud.

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Los expertos también apuntan al número 4, que en el incendio de su piscina podría haber liberado plutonio. En cualquier caso, este hallazgo sugiere que las barras de combustible de al menos ese reactor en concreto están dañadas, según indicó la agencia Kyodo.

Si la perspectiva de ver cómo el aire, el agua y el suelo de Fukushima se atestaban de cesio-137 y de yodo-131, dos radioisótopos de corta vida, era ya muy grave, hacer la misma conjetura con el plutonio, un elemento pesado, más cancerígeno y con un periodo de semidesintegración de 25.000 años, es convertir la ecuación en una hecatombe.

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El OIEA convoca una conferencia mundial sobre seguridad atómica

Por ahora, Tepco se ha limitado a anunciar que supervisará al detalle la presencia de plutonio tanto dentro como fuera de la central nuclear y tratará de encontrar el origen de la fuga. Es el mismo patrón que siguió hace dos semanas cuando empezaron a aparecer las primeras concentraciones importantes de cesio-137 y yodo-131.

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La fuga de plutonio "significa que hay una degradación del combustible, lo que no es una novedad. Eso lo hemos estado diciendo de forma consistente durante días", observó Denis Flory, vicepresidente del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). A raíz del desastre de Japón, la organización anunció ayer una conferencia internacional al máximo nivel sobre seguridad nuclear que se celebrará a finales de junio en Viena.

La noticia cogió al Gobierno japonés a contrapié, todavía sobresaltado por la radiación 100.000 veces superior al límite legal que contiene el agua estancada en el reactor 2. Por si el plutonio no fuera suficiente, ayer se confirmó que parte de ese agua, que irradia 1.000 milisieverts por hora, se ha escapado del edificio de turbinas y se encuentra al aire libre, además de en dos fosas y un túnel subterráneo conectados con el reactor.

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"Según los informes que he recibido, la radiación procede de las barras de combustible, que se han fundido parcialmente y han entrado en contacto con el agua usada para enfriar el reactor", admitió el portavoz del Gobierno, Yukio Edano. "La fusión no es continua", quiso tranquilizar. Edano también advirtió a Tepco de que no va tolerar un nuevo error en sus mediciones como el del domingo, cuando alarmó al mundo entero al afirmar que el agua excedía diez millones de veces el límite legal.

Todavía se desconoce si ese flujo letal ha circulado hacia el mar, que se encuentra entre 55 y 70 metros al este del reactor, aunque Tepco reconoció que los altos índices de contaminación detectados en el agua marina cercana a la central inducen a pensar que así ha sido.

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Haruki Madarame, presidente de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, se declaró "muy preocupado" por ese agua radiactiva descontrolada. Evitar su llegada masiva al mar es un objetivo prioritario.

Los expertos consideran que hará falta un mes para achicar el agua de los reactores y poder continuar las labores de emergencia con cierta normalidad. El domingo se inició una operación para mover el líquido del sótano del reactor 1 hacia un tanque usando tres bombas de agua, pero todavía no se ha empezado a aplicar en los 2, 3 y 4 por falta de un espacio de seguridad para la maquinaria.

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