Ni la visita de Kofi Annan a Siria parece que vaya a ayudar a acabar con la violencia en el país. El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe no ha sacado nada en claro tras su reunión con el presidente sirio, Bashar al Asad, para abrir unas posibles negociaciones de paz entre las diferentes fuerzas políticas.

'Ningún diálogo o proceso político puede tener éxito mientras existan grupos terroristas armados que trabajan para propagar el caos y la inestabilidad en el país atacando a civiles, militares y saboteando propiedades públicas y privadas', sentenció al Asad. Para Al Asad, el éxito de cualquier esfuerzo para solucionar la crisis requiere que primero se estudie la situación sobre el terreno y que se ponga fin 'a lo que promueven algunos países regionales e internacionales para tergiversar los hechos y presentar una imagen distinta de lo que ocurre en Siria'.

Annan rechaza una injerencia extranjera en los asuntos sirios

Por su parte, Annan le explicó a al Asad su visión de la crisis y destacó su compromiso para trabajar de una manera 'justa, imparcial e independiente', además de su rechazo a una injerencia extranjera en los asuntos sirios. Annan expresó su esperanza de que pueda trabajar con el Gobierno sirio para lanzar un diálogo pacífico dentro de un proceso político, que devuelva la estabilidad a Siria y cumpla con las aspiraciones de su pueblo, indicó Sana.

Mientras tanto, las fuerzas de al Asad siguen día tras día aumentando la lista de muertos por la represión. Hoy han fallecido al menos 63 personas en distintos puntos de país. Los opositores Comités de Coordinación Local precisaron que el mayor número de víctimas se registró en la provincia septentrional de Idleb, donde al menos 45 personas perdieron la vida, de las que dieciséis perecieron en una emboscada de las fuerzas del régimen en la localidad de Yisr al Shogur.

Annan llegó hoy a Siria en su primera visita desde que fue nombrado a finales de febrero pasado enviado conjunto de la ONU y de la Liga Árabe. Tras el encuentro con Al Asad, mantuvo un almuerzo de trabajo con el titular de Exteriores sirio, Walid al Mualem, en un restaurante en el casco histórico de la capital. Aparte de reunirse con las autoridades, Annan tiene previsto mantener contactos con representantes de la sociedad civil, mientras que con los líderes de la oposición lo hará una vez que abandone el país.

En tanto, la violencia no cesa. Hoy han muerto al menos 31 personas por la represión del régimen de Damasco en distintos puntos de Siria, según han denunciado los opositores Comités de Coordinación Local.

Rusia da el visto bueno a un plan de cinco puntos para dar una salida a la crisis

Mientras Annan está en Siria, los ministros árabes de Exteriores se han reunido en El Cairo con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que ha acordado un plan de cinco puntos para dar una salida a la crisis en Siria. La iniciativa contempla el cese de la violencia 'sea cual sea su origen', la creación de un mecanismo neutral que supervise el alto el fuego y la no intervención extranjera. Además, estipula la llegada de ayuda humanitaria 'sin obstáculos' a la población civil y el respaldo a la misión de Annan para lanzar un diálogo entre Damasco y la oposición, basado en las resoluciones de ambos organismos.

El jefe de la diplomacia rusa calificó los contactos de hoy de 'francos e importantes', porque suponen un mensaje claro dirigido a todas las partes sirias, y expresó su esperanza de que la misión de Annan conduzca al comienzo de un diálogo. La fórmula propuesta hoy para solucionar la crisis es similar a la propuesta china aceptada hace tres días por el régimen de Damasco, que incluye puntos parecidos.