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Atacadas las embajadas de EEUU y Francia en Siria

Partidarios de Al Asad rompen cristales y hacen pintadas en las legaciones

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Cientos de sirios leales al presidente Bashar al Asad asaltaron las embajadas de EEUU y Francia en Damasco en protesta contra el apoyo que los dos embajadores expresaron a las manifestaciones contra el régimen la semana pasada en Hama, la ciudad más rebelde de Siria.

El primer ataque se dirigió contra la representación diplomática de Francia, donde los guardas de seguridad galos dispararon al aire para dispersar a los manifestantes, quienes rompieron cristales del edificio y del vehículo del embajador, cambiaron la bandera de Francia por otra siria y realizaron incursiones dentro del recinto sin llegar a entrar en los edificios. El incidente terminó poco después, registrándose 'tres heridos' entre los agentes franceses.

Los manifestantes escribieron en el muro un grafiti que decía 'Dios, Siria y Bashar. La nación donde nació Bashar al Asad no se someterá'. El texto hacía referencia a la fuerte presión occidental contra el régimen que ha conducido a EEUU y la UE a imponer duras sanciones contra ese país y sus dirigentes.

Los manifestantes protestaban por el apoyo de ambos países a la revuelta

En el segundo ataque, contra la Embajada estadounidense, los manifestantes rompieron cristales, izaron una bandera siria y escribieron grafitis llamando 'perro' al embajador antes de que las Fuerzas de Seguridad sirias llegaran para dispersar a los congregados, que en ningún momento entraron en las dependencias diplomáticas.

Una de las pancartas que portaban los congregados llamaba 'criminal' al Gobierno de EEUU y recordaba los presuntos 'crímenes contra la humanidad' cometidos por los norteamericanos en la prisión iraquí de Abu Ghraib, en la cárcel de Guantánamo, en Irak, en Gaza y en Afganistán.

Washington acusó a Damasco de no haber protegido de los ataques ni la Embajada ni la residencia del embajador y pidió 'compensaciones' por los desperfectos que causaron los manifestantes.

El embajador de EEUU, Robert Ford, y el de Francia, Eric Chevallier, visitaron Hama la semana pasada. Ambos diplomáticos indicaron que su presencia en esta ciudad obedecía al interés de sus respectivos gobiernos por expresar su apoyo a las protestas que se iniciaron en Siria a mediados de marzo y que desde entonces se han cobrado la vida de unas 1.400 personas.

El régimen promete una transición a la democracia, pero no da fechas

Durante el fin de semana, el Ministerio de Exteriores sirio convocó a Ford y Chevallier para presentar una protesta. El Gobierno sirio dijo que la visita a Hama de los embajadores confirmaba la injerencia de esos dos países en sus asuntos internos.

A estas alturas de la crisis, está claro que Washington ha apostado todas sus cartas contra Al Asad y sin mirar qué precio podría pagar la población siria si se crea un vacío de poder. La Administración Obama está siguiendo los mismos pasos que dieron los neoconservadores con Irak en la década pasada, un experimento que ha costado decenas de miles de vidas y más de dos millones de exiliados, que ha sembrado el caos en Irak y que socialmente lo ha atrasado muchos años.

La presión interna y externa ha llevado al régimen sirio a entablar un diálogo con distintas personalidades de la oposición de dos días. Sin embargo, algunas figuras opositoras lo boicotearon. El vicepresidente, Faruq al Sharaa, prometió una transición a la democracia sin dar fechas, pero parece muy difícil que el régimen pueda mantener esta promesa sin suicidarse.

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