Este artículo se publicó hace 12 años.
Las autoridades rusas aumentan su cerco contra los opositores
La policía registra las casas de varios líderes, que son citados para someterse a un interrogatorio el mismo día de una nueva protesta contra Putin
El Gobierno de Rusia parece resuelto a aplacar los ánimos de la oposición por todos los medios ante la nueva manifestación convocada para mañana contra el presidente ruso, Vladimir Putin. La Policía ha registrado los domicilios de tres de los líderes de la oposición no parlamentaria -Serguéi Udaltsov, Iliá Yashin y Alexéi Navalni-. Además, las autoridades rusas, a través del Comité de Instrucción (CI), les han citado para ser someidos a un interrogatorio mañana, el mismo día de la segunda Marcha de Millones.
"Están registrando mi casa", ha declarado en su cuenta de Twitter Navalni, un destacado bloguero implicado en la lucha contra la corrupción y uno de los organizadores de las protestas del pasado mes de diciembre contra el supuesto fraude en las elecciones parlamentarias de diciembre.
El portavoz del CI, Vladímir Markin, ha precisado que los registros y las citaciones corresponden a "la investigación penal sobre el desorden público del 6 de mayo en la plaza Bolótnaya (Moscú) contra los organizadores y participantes en el mitin que derivó en desorden público". Asimismo, Markin ha informado de que a lo largo del día se registrarán los domicilios de otros diez opositores que tomaron parte en aquella multitudinaria manifestación contra el Kremlin.
"Están intentando sabotear la protesta de mañana", denuncia un histórico activista
La manifestación del 6 de mayo, denominada como Marcha de Millones, congregó en Moscú a decenas de miles de personas en la víspera de la investidura de Putin para expresar su rechazo contra el presidente ruso. En ella hubo cerca de 450 detenidos , cinco hospitalizados y otras 20 personas tuvieron que ser atendidas por los médicos, según las autoridades rusas.
Según el Ministerio de Interior, 29 agentes de policía resultaron heridos tras enfrentarse a los manifestantes en la plaza Bolótnaya, hechos que derivaron en la apertura de una investigación penal por parte de la Fiscalía. Desde el pasado 28 de mayo, las autoridades rusas han detenido a 12 opositores dentro de la investigación penal, la mayoría jóvenes, acusados de incitación al desorden público y agresión a los agentes de la ley.
Tras las últimas cinco detenciones, que tuvieron lugar ayer, y los registros todo parece indicar que las autoridades rusas están intentando que la manifestación de mañana sea mucho menos numerosa que la celebrada hace un mes. "Están intentando sabotear la protesta de mañana, hacer que vaya el menor número de personas posible. Intentan cabrear a los participantes más radicales, provocar a la gente para convertir un acto pacífico en incontrolable", denunció el histórico activista ruso, Lev Ponomariov.
Putin cambió la ley para endurecer las sanciones contra los manifestantes
Los opositores que salgan mañana al centro de Moscú deberán tener mucho cuidado con no saltarse la nueva ley que entró en vigor ayer, tras ser promulgada por Putin, para endurecer las multas y sanciones que se aplicarán a aquellos que incumplan las normas que rigen la celebración de mítines y actos públicos.
La nueva ley estipula unas multas máximas de hasta 300.000 rublos (casi 10.000 dólares) para los que infrinjan las normas, aunque ofrece como alternativa el cumplimiento de 200 horas de trabajo social. Hasta ahora, las sanciones impuestas no superaban los 5.000 rublos (166 dólares) para los participantes y los 50.000 (1.660 dólares) para los convocantes. En la marcha de mañana, que arrancará a las 12.00 hora locales y debe concluir a las 18.00 a más tardar, el número de participantes no puede superar los 50.000, bajo pena de multa, en virtud de la nueva ley.
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