Este artículo se publicó hace 13 años.
Aznar llama "amigo" a Gadafi y critica el papel de la ONU en Libia
Zapatero le pide que no ponga "zancadillas" después de que cuestionara que España sea capaz de pagar su deuda
El dictador libio Muamar Gadafi encontró en el expresidente José María Aznar un aliado en Occidente. Mientras la ONU intenta frenar la brutal represión del régimen de Trípoli contra su población civil, levantada en favor de la democracia, el presidente de honor del PP criticó a los "países occidentales" entre ellos España embarcados en la ofensiva, que el partido conservador ha apoyado en el Parlamento.
"Es muy difícil entender una política que deja que los amigos caigan y que los enemigos permanezcan en el poder", aseguró Aznar en una conferencia pronunciada en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Gadafi es "un hombre raro", admitió, pero aunque sea "un amigo extravagante, es un amigo", sentenció el expresidente, reconociendo al mandatario libio la consideración que le niega la comunidad internacional.
Aznar cuestionó la ola democratizadora que recorre el mundo árabe, lamentando también que Occidente haya dado la espalda a los expresidentes de Egipto y Túnez. "Los manifestantes de Siria e Irán apelaron a Occidente para que les apoyara, pero Estados Unidos y Europa no hicieron nada", reprochó.
En un acto académico celebrado el pasado lunes y colgado días después en la web de la Universidad Aznar recordó las vinculaciones de Gadafi con el terrorismo internacional antes de 2003. "Era un desastre", apuntó, pero ese año, con la invasión de Irak que Aznar patrocinó a rebufo de George Bush "pensó: Si hay cambio en Irak, a lo mejor me cambian a mí', y rectificó".
Aznar recalcó que, a partir de ese momento, Gadafi ha apoyado "los esfuerzos de Occidente contra el terrorismo".
Critica a Occidente por "apoyar a los rebeldes sin saber quiénes son"
Desde esta premisa, el dirigente conservador criticó el respaldo internacional a los opositores al régimen libio: "Si decides apoyar a los rebeldes sin saber quiénes son y no apoyar a Gadafi, debes ser cuidadoso; si no, tu credibilidad está acabada", advirtió.
Ataque a la deuda españolaEn la misma conferencia, el expresidente del PP cargó también contra la solvencia del país asegurando que España "tiene muy complicado pagar su deuda" teniendo en cuenta la subida de tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo hace dos semanas, lo que hará que las "posibilidades de recuperación sean más duras".
Achaca al alza de tipos que España tenga "complicado pagar su deuda"
Abonando los intereses de los especuladores, situó a España entre los "países periféricos" del euro cuando "hace unos años estaba exactamente en la dirección contraria".
Las palabras de Aznar encendieron una larga mecha de respuestas que fueron desde la indignación del PSOE y el Gobierno hasta el esfuerzo justificador del PP. Fuentes cercanas al expresidente atribuyeron la polémica a un error de entendimiento. Uno de sus acompañantes en Nueva York explicó que Aznar se expresó en inglés y se refirió al año 2003 en presente y ese fue el origen de una mala interpretación.
A pesar de estas explicaciones oficiosas, algunos responsables del PP se mostraron desconcertados. FAES, la fundación que preside Aznar, se vio obligada a emitir una nota aclaratoria en la que señaló que Aznar rechaza "la yihad como instrumento político" y alegó que, tras su intervención, el expresidente se sometió a preguntas de los alumnos y fue entonces cuando alertó sobre "los riesgos de que la intervención militar en Libia no logre los objetivos de democratización del país" y recordó que hay "regímenes más agresivos, como el de Irán".
FAES afirmó rotundamente que Aznar no considera a Gadafi ningún amigo y no apoya su mantenimiento. "Lo que quiere es una política que permita pasar de la autocracia a la democracia", señaló en su comunicado.
Sobre el resto de temas, ni una palabra. La Fundación conservadora no rectificó las declaraciones que atacan la solvencia de la deuda española. En Zaragoza, donde la plana mayor del PP asistió a la clausura del XIII Congreso de Nuevas Generaciones, el partido de Rajoy no quiso nada sobre este último asunto.
En privado algunos dirigentes admitieron que Aznar ha ido "muy lejos" esta vez, pero en público ni desautorización, ni respaldo. "El partido no tiene nada que decir; se trata de una opinión particular de Aznar", zanjó un portavoz.
Zapatero pide "sentido de país"
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero centró su respuesta en los ataques de Aznar a la capacidad española de responder a sus compromisos de deuda. "Sólo le pido que me pongan todas las zancadillas que quieran, pero que no se las pongan a España en cuestiones de Estado como es nuestra solvencia económica".
"Hay cuestiones en las que hay que tener contención y sentido de la responsabilidad y del país porque son de todos y todos tenemos que ocuparnos, en el Gobierno o en la oposición", replicó a Aznar en un mitin celebrado anoche en Albacete, informa Carolina Martín.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, exigió a Aznar que "no olvide" su papel como expresidente y calificó sus declaraciones de "ignorantes" y "malintencionadas". Desde Washington, Salgado rebatió el "razonamiento no muy inteligente" de Aznar. A su juicio, la subida de tipos de interés en la zona euro estarían compensados por la bajada en la prima de riesgo", informa Belén Carreño.
"Dijo viva Gadafi, España no paga y al Estado de bienestar hay que darle la vuelta. Eso es lo que tiene en la cabeza y, por tanto, eso es lo que tiene Rajoy en la cabeza, porque, al final, manda quien manda", se unió a Zapatero su número dos, Alfredo Pérez Rubalcaba, informa Belén Toledo.
"Antiespañol número uno"
"Le pido a Rajoy explicaciones, porque Aznar es el único líder europeo que apoya a Gadafi; debe salir a desmentirle si tiene autoridad", apremió el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, al líder del PP, tras denunciar que Aznar se ha convertido "en el antiespañol número uno".
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, consideró sus palabras "impropias de una persona que ha sido presidente". "Resulta sorprendente que Aznar se quede fuera no solamente del consenso internacional, sino que se distancie de una decisión que tiene que ver con la gestión humanitaria", lamentó.
"Con tal de hacer daño a España y al Gobierno, a Aznar no le importa hacer el ridículo internacional", sentenció la responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano.
Crítica con la operación aliada en Libia, que considera cimentada en la "hipocresía" de la UE, la federación que lidera Cayo Lara también condenó la intervención de Aznar: "Ha perdido la cabeza; un caballo no vale esa valoración positiva" del expresidente, ironizó Lara, recordando el regalo del dictador a Aznar en una visita a España. "Esa amistad con un dictador deja mucho que desear en una persona que ha sido presidente del Gobierno", concluyó.
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