Este artículo se publicó hace 12 años.
Ban Ki Moon habla de crímenes de lesa humanidad en Alepo
El secretario de la ONU exige una investigación. La Asamblea vota una resolución sobre Siria y otra crítica contra el Consejo de Seguridad
"Mientras estamos reunidos aquí, Alepo es el epicentro de una cruenta batalla entre el Gobierno sirio y los que quieren reemplazarlo. Los actos de brutalidad de los que estamos siendo informados podrían constituir crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra".
De esta manera comenzó su intervención el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki moon, durante la reunión de la Asamblea General que aprobará una resolución contra el régimen sirio y que condenará la inacción del Consejo de Seguridad por no conseguir frenar la violencia.
"Estas acciones deben ser investigadas y los culpables deben enfrentarse a la Justicia", dijo Ban que advirtió de que si no se toman decisiones, "nos enfrentamos a la cruda posibilidad de una larga guerra civil en Siria que destruirá su rico tapiz de comunidades entrelazadas".
La Asamblea de la ONU dará su respaldo este viernes al programa de seis puntos ideado por Kofi Annan un día después de haber presentado su dimisión como enviado especial de la ONU y la Liga Árabe por el poco apoyo del Consejo de Seguridad, que con el veto de Rusia y China ha sido incapaz de aumentar la presión contra el régimen de Al Asad.
Tras la intervención de Ban, el diplomático sirio en Naciones Unidas dijo que era paradójico "que los países que apoyan hoy aquí esta resolución son los mismos que están contribuyendo a la militarización del conflicto en Siria proporcionando armas". Esos dos países serían Qatar y Arabia Saudí, dijo el enviado sirio repitiendo unas palabras del ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, el pasado miércoles.
Dimisión de AnnanLa dimisión de Annan ha supuesto un fracaso político de enormes dimensiones. Ayer, en su anuncio, el exsecretario general de la ONU dijo que lo ha hecho "lo mejor que he podido", pero que "las constantes divisiones en el Consejo de Seguridad" estaban paralizando el proceso de paz.
"Cualquier militarización del conflicto solo puede traer más sufrimientos", dijo Catherine Ashton Su renuncia refleja "la incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU para alcanzar una resolución que hubiera ayudado al cumplimiento de su plan de paz", dijo esta mañana en un comunicado la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. "Hemos mantenido una excelente y estrecha colaboración y, en nombre de toda la UE, aprecio enormemente sus esfuerzos", destacó Ashton.
"La Unión Europea continuará apoyando los esfuerzo de la ONU y de la Liga Árabe y pide que se busque lo antes posible un sustituto para que siga cadelante con el trabajo de Annan para lograr una transición política pacífica. El plan de seis puntos sigue siendo el mejor futuro para Siria y cualquier militarización del conflicto solo puede traer más sufrimientos a Siria, sus ciudadanos y a la región", concluyó.
Irán, otro de los acérrimos socios del régimen, se pronunció hoy sobre la dimisión de Annan. El portavoz del ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast, dijo a la agencia IRNA que "los esfuerzos de Annan para cesar el envío de armas a Siria y acabar con los atentados terroristas no satisfacían a los países intervencionistas". Era una referencia clara a EEUU ya que el pasado jueves la agencia Reuters informó de que el presidente, Barack Obama, firmó una autorización para que agentes de la CIA asesoraran a los rebeldes.
Londres también parece dispuesto a dar pasos en el mismo sentido. Esta mañana el ministro de Exteriores, William Hague, aseguró en una entrevista que Reino Unido está preparado para aumentar su nivel de asistencia a los rebeldes de manera "práctica aunque no letal", dijo. "Les ayudaremos más", añadió sin desvelar cómo.
Este viernes se conoció también que Rusia ha vuelto a enviar buques a Siria. Según explicó el Estado Mayor, en ellos viajan 120 infantes de marina armados y vehículos blindados anfibios. Las naves de la Flota del Norte Alexandr Otrakovski, Gueorgui Pobedonosets y Kondopoga atracarán en la base del puerto de Tartus que el régimen de Al Asad puso a disposición de Moscú.
Rusia ya envió nueve buques de guerra a Tartus el pasado mes de julio.
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