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El Banco de genes de Argentina, un modelo de recuperación de memoria tras una dictadura

Crímenes lesa humanidad

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La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. / EFE

BUENOS AIRES.- El Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina, un archivo de material genético que pretende devolver la identidad a hijos de desaparecidos, se ha convertido en un modelo de recuperación de memoria no sólo para ese país, sino para otros del Cono Sur sometidos a dictaduras en las décadas de los 70 y 80.

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Su ejemplo puede servir a países de la región como Paraguay, que entre 1954 y 1989 vivió la dictadura más larga del Cono Sur, con una secuela de al menos 425 desaparecidos, declaró en Asunción la bioquímica Belén Rodríguez Cardozo, exdirectora de dicho banco.

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La entidad está centrada en la identificación genética de los familiares de los más de 30.000 desaparecidos que dejó la dictadura en Argentina

Este trabajo se realiza en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), una organización no gubernamental que hace treinta años comenzó a trabajar para identificar a los desaparecidos en la dictadura argentina. Rodríguez estuvo al frente del banco argentino desde 1994 a septiembre de 2015, período en que la institución logró devolver la identidad a más de setenta hijos de personas desaparecidas en la dictadura.

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Crímenes lesa humanidad

En sus orígenes, la institución se dedicó a cotejar muestras de material genético para esclarecer tanto las desapariciones cometidas durante el período dictatorial, como las causas penales o civiles que requirieran comprobaciones de filiación, como las demandas de paternidad.

"El Estado debería asumir esa parte de la responsabilidad de que esas personas también vean vulnerada su identidad"

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Desde 2009, el banco se dedica en exclusiva a las causas relacionadas con los crímenes de lesa humanidad habidos en Argentina hasta el 10 de diciembre de 1983, fecha del final de la dictadura. Según Rodríguez, este cambio supuso "poner una fecha de caducidad a los crímenes de lesa humanidad", lo que excluye del derecho a la identidad a las personas que desaparecieron ya en democracia, dijo.

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