Este artículo se publicó hace 11 años.
Barroso intenta calmar a Moscú en plena crisis chipriota
Además del rescate a Chipre, Durao Barroso tratará con las máximas autoridades rusas cuestiones energéticas y diplomáticas
La Unión Europea y Rusia celebran una nueva cumbre en medio de la tormenta causada por la crisis en Chipre. El presidente de la Comisión Europea (CE), José Durao Barroso, y varios de los comisarios europeos llegan a Moscú para mantener dos días de reuniones con el Gobierno ruso en los que la crisis chipriota amenaza con acaparar una agenda centrada a priori en la renovación de las relaciones entre las dos partes, la energía y el proceso de eliminación de visados.
El polémico rescate de la isla mediterránea ha sido duramente criticado por Moscú, principalmente por la idea de una tasa sobre los depósitos bancarios del país, de los que una parte importante corresponden a ciudadanos rusos. "No andaremos con rodeos, esto se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno", dijo el pasado lunes el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.
Medvédev: "No andaremos con rodeos, esto se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno"
Rusia, con importantes intereses en Chipre, está negociando con las autoridades del país un posible apoyo económico, unos contactos que hoy no llegaron a ninguna conclusión y que continuarán mañana. Según la prensa de ambos países, el ministro chipriota de Finanzas, Mijalis Sarris, pidió a Moscú una prórroga de cinco años en el plazo de devolución y una rebaja de los intereses sobre el crédito de 2.500 millones de euros que Rusia concedió a la isla en 2011.
Según el periódico estadounidense The Wall Street Journal , Chipre busca además un nuevo crédito multimillonario de Rusia a cambio de una cuota rusa en bancos y empresas energéticas de la isla.
Ayer, fuentes rusas defendieron la necesidad de acciones colectivas, y no sólo europeas, para resolver el problema chipriota, por lo que se espera que hoy discutan el asunto con Durao Barroso aprovechando su visita.
Rusia defiende la necesidad de acciones colectivas, y no sólo europeas, para resolver el problema chipriota Sin embargo, el principal responsable del asunto chupriota en el Ejecutivo comunitario, Olli Rehn, no está en Moscú, pues ha preferido permanecer en Bruselas para participar en los posibles contactos con Nicosia y los países del euro sobre un nuevo plan de rescate, después de que el Parlamento chipriota rechazase el anterior. "Si nuestros socios rusos quieren tratar el asunto de Chipre, que no está en la agenda, será el presidente (de la CE, José Manuel Durao Barroso) el que se ocupe", explicó hoy el portavoz de la Comisión, Olivier Bailly.
Barroso tiene previsto mantener hoy encuentros con Medvédev y con el presidente ruso, Vladímir Putin, mientras que el resto de miembros del colegio de comisarios lo harán con los ministros rusos de sus respectivos ramos. Las reuniones se cerrarán con una plenaria en la que participarán los miembros del Ejecutivo europeo y del ruso.
La CE llega a Moscú con la intención de avanzar en la negociación de un nuevo acuerdo que regule las relaciones entre las dos partes y que sustituya al que está actualmente en vigor desde 2008, para dar más garantías jurídicas y permitir una mayor integración económica, según fuentes comunitarias.
Además, la energía es otro de los puntos clave de la cita, en especial las discusiones sobre el nuevo marco legislativo comunitario en materia de energía, conocido como Tercer Paquete Energético, que sigue dividiendo a las dos partes. Las dos partes preparan la firma de una "hoja de ruta energética común", que debería firmarse en la reunión junto con otros pactos de cooperación de menor calado.
La CE y Rusia negocian también el Tercer Paquete Energético para conseguir una "hoja de ruta común"Además, la CE y Moscú discuten la posibilidad de avanzar hacia un régimen libre de visados para sus ciudadanos, un acuerdo que aún se ve lejano y que ha llevado a Rusia a proponer un régimen de ese tipo para todos los deportistas hasta el Mundial de fútbol de 2018 como gesto de buena voluntad. En materia de política internacional no se esperan grandes discusiones, dada la persistente fractura entre las dos partes en lo referente al conflicto sirio y teniendo en cuenta que la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, no ha viajado a Moscú.
Ashton, de hecho, está en Dublín para presidir una reunión informal de los ministros europeos de Exteriores en la que se discute el levantamiento del embargo de armas a Siria para beneficio de la oposición, una propuesta duramente criticada por el Kremlin.
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