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Berlín impone el cierre nocturno y pone la mira en sus zonas de riesgo

Se trata de un nuevo shock para la vida nocturna berlinesa, cuyos clubes y discotecas cerraron con el inicio de la pandemia, durante la que han proliferado las fiestas espontáneas al aire libre en parques y calles de los barrios más noctámbulos.

Una cola de residentes en Berlin aguarda su turno para asistir al centro médico.- REUTERS
Una cola de residentes en Berlin aguarda su turno para asistir al centro médico.- REUTERS

EFE

Berlín entró este sábado en una fase inédita en esta pandemia con el cierre de facto de la vida nocturna en toda la capital, mientras surgen divisiones ambiguas entre los barrios considerados zona roja y los de menor incidencia.

La medida adoptada por el Robert Koch Institut (RKI), competente en la materia en el país, y asumida por la canciller alemana, Angela Merkel, son los 50 contagios en 7 días por 100.000 habitantes. Superado ese nivel, hay que implantar medidas territoriales especiales, coinciden expertos y poder político.

También hay coincidencia en que los núcleos urbanos son el principal problema, mientras la curva se acerca al pico de contagios que registraba Alemania entre finales de marzo y principios de abril: 6.000 diarios. Este sábado, el RKI notificó 4.700 casos de Sars-CoV-2, con 15 fallecidos. El viernes fueron 4.500; el jueves se superaron los 4.000 y el miércoles se estaba aún en los 2.800.

No hay dudas acerca de la aceleración de los contagios, en un país con 83,5 millones de habitantes donde se han verificado en toda la pandemia 319.381 casos –273.500 de lo cuales son pacientes recuperados– y 9.604 fallecidos.

Berlín superó el viernes la norma del RKI, con una media de 52 casos por 100.000 habitantes en 7 días. Fráncfort y Colonia están asimismo por encima de la franja de los 50. Lo mismo ocurre en otros distritos del "Land" de Renania del Norte-Westfalia (oeste), el más poblado del país, y de Baviera (sur), principalmente.

La primera medida del alcalde-gobernador de la capital y ciudad-estado, el socialdemócrata Michael Müller, fue dictar el cierre de bares y restaurantes entre 23.00 y 06.00. En ese horario está prohibido el alcohol y los grupos de más de cinco miembros –a no ser que sean personas que conviven en uno o dos hogares–.

Un nuevo shock para la vida nocturna berlinesa, cuyos clubes y discotecas cerraron con el inicio de la pandemia, durante la que han proliferado las fiestas espontáneas al aire libre en parques y calles de los barrios más noctámbulos de la ciudad.

El cierre nocturno es un desafío más para el sector y para los más jóvenes. Pero no el único. Cinco distritos berlineses quedaron incluidos en la categoría de "zona de riesgo" del RKI –entre ellos, el populoso Neukölln, el noctámbulo Friedrichshain-Kreuzberg y Mitte, donde se concentran sedes parlamentarias y del gobierno.

La mayoría de los "Länder" –estados federados– acordaron prohibir las pernoctaciones a los residentes de esos barrios, salvo si presentan un test negativo realizado en las 48 horas previa a su viaje. Una medida compleja, con los laboratorios saturados y coincidiendo con el inicio de las vacaciones escolares de otoño.

A esa prohibición siguió la decisión de algunos de esos "Länder" de extender el veto a todos los residentes en Berlín. Otros se han desmarcado del consenso y acepta en sus hoteles a estos viajeros.

Implementar la norma del RKI compete a los poderes regionales. En la práctica, las vacaciones de otoño se han convertido en una pesadilla para las familias que habían planificado salir.

Personal sanitario en una instalación hospitalaria berlinesa.- EFE
Personal sanitario en una instalación hospitalaria berlinesa.- EFE

La industria quiere normas claras

La "descoordinación de las reglas desconcierta al sector y ciudadano", lamentó el presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria (DIHK), Eric Schweitzer, en declaraciones al grupo mediático Funke. No son los viajes dentro de Alemania los que disparan los contagios, sino las "fiestas espontáneas" o las "grandes celebraciones familiares", alerta.

La Asociación de Hostelería y Gastronomía, Dehoga, ha criticado asimismo la falta de "normas claras" en todo el país. Hoy por hoy, un berlinés tiene más complicado pasar unos días en Brandeburgo –el "Land" que rodea la capital– que en Italia, uno de los pocos destinos europeos no incluido, hasta este sábado, en las 130 regiones de riesgo en el extranjero las que se recomienda no viajar.

Barrios de inmigración contra zonas residenciales

El distrito berlinés con mayor incidencia es el multiétnico Neukölln –133,9 casos en 7 días por 100.000 habitantes–. El sensacionalista diario Bild ha destacado como focos de contagio sus "bodas árabes" o "fiestas familiares" de más de 350 miembros.

Una opinión compartida por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), partido que clama contra estas situaciones pero ha recurrido ante los tribunales contra el uso obligatorio de mascarilla en el Bundestag (Parlamento federal).

Neukölln encabeza el nivel de incidencia, pero el gubernamental barrio de Mitte está en los 90,9 casos por 100.000 habitantes y 7 días. En los algo más apartados distritos de Zehlendorf y Pankow –con 40 y 30 casos en esa escala, respectivamente– se sienten castigados por lo que ocurre en el conjunto de su ciudad.

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