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Berlusconi usa el insulto como arma electoral

El primer ministro no asume su derrota en la primera vuelta de las municipales en Milán y culpa al 'bloqueo mediático de la izquierda'

DANIEL DEL PINO

'Delirio'. El titular de la portada de ayer del diario de izquierdas L'Unità bajo un fotomontaje de la Gioconda con la cara de Silvio Berlusconi, resume a la perfección el estado de ánimo del primer ministro italiano ante la segunda vuelta de las elecciones municipales que se celebran el domingo y el lunes próximos. Il Cavaliere, que se juega la piel en Milán, ha inundado los canales de televisión repitiendo los insultos que ya protagonizara durante la precam-paña y que tan malos resultados le dieron. Pero no parece escarmentar y el miércoles por la noche, en el programa de la Rai Porta a porta, sacó durante dos horas todo su arsenal, manchando aún más su ya maltrecha imagen.

Y eso que jugaba en casa, porque el plató de su amigo Bruno Vespa ha sido como un segundo hogar para él en los 17 años que lleva en la política. Pero con frases del tipo: 'Italia no es más pobre. Gastamos 10.000 millones al año en cosméticos', demostró una desconexión total de la realidad del país. Es quizá el ejemplo más claro, ya que el Istat, el instituto de estadística italiano, había publicado esa misma mañana un informe anual en el que avisaba de que 'uno de cada cuatro italianos roza el umbral de la pobreza o la exclusión social'.

'Italia no es pobre. Gastamos 10.000 millones al año en cosméticos'

Berlusconi tiene poco tiempo para preocuparse por eso, porque si Letizia Moratti, la candidata a la alcaldía de Milán por el centroderecha (Pueblo de la Libertad y Liga Norte) cede la ciudad a Giuliano Pisapia, el representante de la izquierda (que le sacó casi siete puntos de ventaja en la primera vuelta), sus opciones de acabar la legislatura se reducirán al mínimo.

'La derrota de Moratti es culpa de la desinformación de los medios [] Hemos sido víctimas del bloqueo mediático de la izquierda', dijo el miércoles en Porta a porta. Vespa dejó de lado la amistad en algunos momentos de la entrevista y le comentó que había obtenido la mitad de votos con respecto a las elecciones de 2006. Pero Il Cavaliere, cuyo empeño en ponerse al frente de la campaña para reafirmar su posición en el Gobierno ha sido el principal error de la derecha, no aceptó reproches: 'La papeleta era demasiado complicada', sentenció.

El jefe del Gobierno italiano atacó a la mitad del electorado italiano diciendo que 'las personas que votan a la izquierda demuestran haberse dejado el cerebro en casa' y soltó sin ruborizarse un chascarrillo sobre el caso Ruby, en el que está imputado por abuso de poder y prostitución de menores: 'Llamaré al nuevo Gobierno de Egipto para pedirles que excarcelen a Mubarak por ser pariente de Ruby'.

Berlusconi llegó a compararse con Leonardo da Vinci diciendo que 'si hubiera trabajado en mis condiciones no habría acabado la Gioconda' y reservó una bala para Pisapia preguntándose: '¿Cómo puede gobernar Milán cuando lo único que hizo en el Parlamento son leyes a favor de los terroristas y la eutanasia?'.

Berlusconi reapareció el viernes con cinco entrevistas en diferentes informativos tras el varapalo de la primera vuelta en Milán. En ellas rebasó el tiempo que fija la ley para la propaganda electoral, y la Agcom, la agencia que vela por las retransmisiones televisivas, impuso a cada cadena una multa astronómica, que en el caso del Telediario 1 y el Telediario 2 de la Rai, asciende a 358.000 euros, a pagar del bolsillo del contribuyente.

Ayer, Berlusconi culminó el ridículo al ser cazado por las cámaras antes de la reunión del G-8 en Deauville diciéndole al presidente de EEUU, Barack Obama: 'En Italia hay una dictadura de la magistratura'. Una obsesión por los fiscales que le ha hundido en las urnas.

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