Bibby Stockholm, el barco cárcel de Reino Unido, ha comenzado esta semana a recibir a migrantes que solicitan asilo en el país. En concreto, el lunes 15 personas finalizaron el trámite, si bien se espera que sean 50 en total las que lo hagan durante estos días.

El traslado fue realizado en autobús al puerto de Portland, donde numerosos manifestantes esperaban frente a esta prisión flotante. Protestaban por esta embarcación, que forma parte de la nueva ley de migración de Rishi Sunak que, aseguran desde su Ejecutivo, busca detener la llegada de solicitantes de asilo en botes a través del canal de la Mancha.

En concreto, esta normativa permite acometer expulsiones antes de resolver una petición de asilo o deportar a migrantes a terceros países como Ruanda, algo que la Justicia británica ha declarado ilegal.

El Ministerio del Interior de Reino Unido ha amenazado asimismo con dejar sin alojamiento alternativo a todos aquellos solicitantes de asilo que se nieguen a embarcar en el buque Bibby Stockholm sin una "explicación razonable".

Críticas de organizaciones pro derechos humanos

Este lunes, la organización no gubernamental Care4Calais de apoyo a los refugiados aseguró que impidió que cerca de 20 personas hayan sido trasladadas al buque, con capacidad para 500 personas, según ha informado la cadena británica Sky News.

Otra de las voces en alzarse contra el uso del Bibby Stockholm ha sido el director de los derechos de migrantes y refugiados de Amnistía Internacional, Steve Valdez-Symonds, que ve en este barco "reminiscencias de los camarotes-prisiones de la era victoriana".

Afirma que se trata de "una forma completamente vergonzosa de albergar a personas que han huido del terror, el conflicto y la persecución". "Es probable que alojar a personas en una barcaza flotante vuelva a provocar trauma", añade.