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Bolsonaro vuelve a cuestionar la represión de la dictadura militar y carga contra la Comisión de la Verdad

La Comisión de la Verdad, creada por Rousseff, documentó 443 asesinatos o desapariciones y señaló más de 300 nombres de responsables de la represión. La ley de amnistía de 1979 permitió que nadie fuera juzgado por la represión. 

El general Edson Leal Pujol, designado comandante en jefe del Ejército de Brasil por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro. DEFESANET

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El presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, vuelve a la carga contra la memoria de las víctimas de la represión de la dictadura que vivió el país carioca entre 1964 y 1985. Este lunes el exmilitar y ahora máximo mandatario brasileño sugirió que “podría contar la verdad” sobre el destino del padre del presidente del Colegio de Abogados de Brasil (OAB), que desapareció tras ser detenido por policías en 1974, dando a entender que falleció como consecuencia de una acción insurgente de la que él tendría información.  

Las declaraciones de Bolsonaro levantaron una nueva polémica entorno al presidente y a la represión de la dictadura militar. El presidente del Colegio de Abogados de Brasil, de hecho, ha anunciado que interpondrá un recurso ante la Corte Suprema de Justicia para que el mandatario brasileño diga lo que sabe de la muerte de su padre.

"Quiero saber del presidente lo que él efectivamente sabe; si él supo de los calabozos de la dictadura, lo que es muy grave, porque él dice que supo en la época cuando era militar, entonces él reconoce la relación con los calabozos de la dictadura. Voy a la Corte Suprema de Justicia a pedir, a interpelar para que el presidente aclare eso”, dijo el presidente de la OAB en una entrevista a Globo.

Pero el presidente no se quedó ahí. Un día después, el martes, cuestionó el trabajo de la Comisión de la Verdad, que investiga las graves violaciones de Derechos Humanos cometidos por la dictadura. "¿Usted se cree la Comisión de la Verdad? Fueron siete personas nominadas por Dilma (Rousseff)", señaló el presidente ultraderechista para cuestionar el trabajo de la Comisión, que ha documentado la desaparición en ese período de 443 personas, ha reunido 47.000 fotografías, diversos informes de experto y ha señalado a 377 responsables con nombres y apellidos de la represión, así como testimonio de las víctimas.

Sin embargo, para el ultraderechista Bolsonaro el trabajo de la Comisión de la Verdad se reduce a un mero "blablabá", calificó de "balela (estupidez)" los documentos que incriminan a los represores y defendió "ley de Amnistía de 1979”, una norma que funcionó como una ley de punto final, eximió a los represores de sentarse en el banquillo y excarceló a miles de presos políticos. 

Nostalgia de la dictadura

No es la primera vez que Bolsonaro muestra su nostalgia o melancolía por la dictadura brasileña o hace declaraciones en contra de la memoria de las víctimas. Sin ir más lejos, el día que tuvo que votar en el impeachment (revocación del mandato) a Dilma Rousseff dedicó su voto al coronel Brilhante Ustra, el torturador de Rousseff durante la dictadura. 

Pero estas no han sido las únicas salidas de tono del presidente brasileño. Acusó a la periodista de Globo Miriam Leitão de haberse inventado las torturas que sufrió, cuando sí fue torturada; amenazó a otro periodista con "pasar un tiempecito en la cárcel", llamó paletos a los gobernadores del nordeste, una zona pobre de Brasil y afín al Partido de los Trabajadores y, entre otras cosas, alentó a los militares a conmemorar el golpe de 1964

Antes de llegar a la presidencia, Bolsonaro ya se había hecho famoso por sus ataques e improperios. Dijo que "los gais son producto del consumo de drogas", que "el error de la dictadura fue torturar y no matar", que "los policías que no matan no son policías" o que "las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas". 

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