Al menos 44 personas murieron este domingo y decenas más resultaron heridas en un bombardeo aéreo del régimen sirio contra el barrio de Masaken Hanano, en la ciudad septentrional de Alepo, informó a Efe el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdulrahman.

La fuente señaló que la cifra de muertos puede aumentar, debido a la gravedad de decenas de heridos y el alto número de desaparecidos.

Abdulrahman precisó que entre los fallecidos hay seis menores de edad y dos médicos que trabajaban en la zona, así como voluntarios que ayudaban a los servicios sanitarios.

Entre las víctimas están el enfermero Mahmud Kusa y el conductor de ambulancia Mohamed Farhat, dijo la Comisión General de la Revolución Siria, que explicó que ambos murieron cuando estaban evacuando a los heridos de los ataques.

Los bombardeos, con barriles explosivos, fueron lanzados también sobre los barrios de Al Haidariya y Al Ahmadiya, donde un mercado resultó afectado.

Los enfrentamientos en esta ciudad del norte de Siria está causando una alto número de víctimas. La pasada semana se informaba de que los hospitales de la localidad está desbordados por la ofensiva del régimen de Bachar al Asad. Ayer, durante los combates por la toma de una hospital, murieron otras 40 personas, entre ella una fotógrafo de Reuters de 18 años .

La aviación siria atacó otras poblaciones en la periferia de Alepo, como Márea, lo que causó la muerte de nueve personas y provocó heridas a más de 40, además de la destrucción de varias casas.

La Comisión advirtió de que los centros médicos de la zona sufren gran escasez de medicamentos y material de urgencias.

También pidió que se suspendan las clases en las escuelas durante esta semana, para evitar muertes de alumnos y profesores, tras los bombardeados que han sufrido los centros educativos estos días.

En la última semana Alepo y su periferia han sido blanco de proyectiles y de ataques aéreos, en su mayoría de los efectivos gubernamentales, así como de duros enfrentamientos.

Según la ONU, el conflicto en Siria se ha cobrado las vidas de más de 100.000 personas desde su inicio en marzo de 2011, cifra que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó recientemente a más de 125.000.