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Brasil El exjuez Sergio Moro, acusado por no haber sido imparcial en el juicio que condenó a Lula da Silva a 9 años de cárcel

La defensa del expresidente pide que el juicio se celebre lo antes posible, ya que uno de los magistrados del Tribunal Supremo se jubilará el 13 de octubre y quien lo sustituya será nombrado por Jair Bolsonaro.

Sergio Moro será el próximo ministro de Justicia. REUTERS
El exjuez Sergio Moro acusado por no haber sido imparcialidad en el juicio en el que condenó a Lula da Silva. REUTERS / Archivo

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Desde diciembre de 2018 el Tribunal Supremo de Brasil tramita la defensa del expresidente Lula da Silva contra el exjuez Sergio Moro, quien ha sido acusado de no haber sido imparcial en el juicio en el que condenó a Lula a 9 años y 6 meses de prisión por corrupción y blanqueo de dinero, según la sentencia dictada en la Operación Lava Jato, convirtiéndose en el primer expresidente condenado por corrupción pasiva en la historia de Brasil.

Juristas, políticos, activistas sociales, intelectuales, sindicalistas, personas públicas y colectivos organizados están firmando un manifiesto dirigido al Tribunal Supremo de Brasil para exigir que el juicio contra Sergio Moro se haga lo antes posible.

Esta no es la primera vez que juristas se unen para denunciar la condena contra Lula. Desde 2017 se ha analizado la sentencia anunciada por el exjuez Sergio Moro por varios expertos.

Ese mismo año, 122 juristas brasileños de diversas esferas ideológicas analizaron las más de 600 páginas firmadas por Moro y explicaron que era "una sentencia frágil, basada en la excepcionalidad y en la falta de pruebas".

Los juristas explicaron que según el juez Moro, Lula da Silva habría ayudado a la constructora brasileña OAS a firmar tres contratos con la estatal Petrobrás, con los que habría ganado 1,1 millones de dólares que se concretarían en un apartamento triplex en la zona costera de Guarujá.

El problema que señalan los juristas es que no hay pruebas que sustenten estos hechos. El magistrado no obtuvo ningún documento en el que apareciera el ex presidente como dueño del inmueble, ni tampoco pruebas de que Lula da Silva hubiera intercedido en esos contratos con la constructora y se hubiera llevado algo a cambio.

Por lo que la idea de que Lula fue encarcelado mediante un proceso judicial arbitrario e ilegal, donde se violaron los principales derechos y garantías del debido proceso ha estado presente desde su juicio. 

La condena del expresidente brasileño se utilizó para legitimar el accionar de los jueces y, por otro lado, deslegitimar la figura del líder político.

Los intentos de deslegitimar a Lula da Silva y otros políticos han ocurrido en varias ocasiones, terminando en juicios injustos la mayoría sin pruebas. 

Una persecución judicial y política

En 2019 un juez federal de Brasilia absolvió a los ex presidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff del cargo de asociación para delinquir, en uno de los varios procesos por corrupción abiertos contra dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil.

Los acusados fueron declarados inocentes dos meses después de que la propia Fiscalía solicitara su absolución sumaria tras reconocer que no existían "elementos configuradores de la existencia de una organización criminal".

Mientras cumplía sus condenas, Lula iba sumando más sentencias contra él. En ese momento cumplía una pena de 8 años y 10 meses de prisión por corrupción y lavado de dinero que ya fue ratificada en tres instancias, pero una semana antes, una corte de segunda instancia confirmó una condena contra Lula igualmente por corrupción y lavado de dinero y elevó la pena en cinco años, hasta 17, en otro de los nueve procesos contra el exmandatario.

Las condenas contra el expresidente han sido criticadas y denunciadas siempre, por ser consideradas una persecución judicial y política. 

La defensa pide que el juicio contra Sergio Moro se celebre ya

Los firmantes explican que Moro benefició a Bolsonaro en el juicio para ser magistrado del Tribunal Supremo, cuando el decano Celso de Mello se jubilara

En el juicio contra el exjuez los magistrados miembros del tribunal tienen en sus manos establecer si Sergio Moro está bajo sospecha por "haber cometido innúmeras arbitrariedades, rompiendo las reglas de la imparcialidad para condenar sin pruebas al expresidente Lula, beneficiando a Jair Bolsonaro y accediendo al cargo de ministro de Justicia, con la promesa de ser magistrado del Tribunal Supremo, cuando el decano Magistrado Celso de Mello se jubilara", explica el manifiesto.

La defensa del expresidente pide que este juicio se celebre ya, porque el mayor de los magistrados, el decano Celso de Mello, debería jubilarse el 1 de noviembre, aunque por motivos médicos lo hará el próximo 13 de octubre, provocando que el magistrado que lo sustituya sea nombrado por Jair Bolsonaro.

Además, el resto de magistrados ya han indicado cuál será su voto, creando un empate que solo puede resolver el decano Celso de Mello. Concretamente la magistrada Carmen Lucia y el magistrado Edson Fachhin ya han votado contra la sospecha, y Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski han indicado que su votación será a favor de Lula. 

Si la sentencia es que el exjuez Moro no fue imparcial se anulará el juicio sobre el caso del piso tríplex, además de otras sentencias, que también podrían ser invalidadas.

"Sergio Moro nunca actuó con justicia"

El exjuez y exministro de Justicia de Bolsonaro aceptó el cargo en 2018 tras el juicio de Da Silva y dimitió a principios de 2020 después de que el presidente brasileño destituyera al director de la Policía Federal. La renuncia fue anunciada por el propio Moro, quien sugirió que existen "interferencias políticas" en la lucha contra la corrupción. 

Para agravar la acusación de Sergio Moro, los firmantes del manifiesto recuerdan que hace unas pocas semanas la Agencia Pública reveló la existencia de pruebas de que Moro y el grupo especial que investigaba y juzgaba a Lula mantuvieron contacto repetidos con el FBI, y que sus agentes actuaron en el asunto Lava Jato. "Hechos que evidencian que el entonces juez Sergio Moro nunca actuó con justicia, y con la imparcialidad exigida al cargo", denuncia el manifiesto.

Además, en 2019 el medio de investigación The Intercept Brasil publicó conversaciones privadas entre agentes públicos que participaron en la operación Lava Jato en Brasil y puso en tela de juicio la imparcialidad de la investigación.

El medio publicó fragmentos de diálogos entre el fiscal Deltan Dallagnol y el exmagistrado Sergio Moro, en la que se muestran que Moro sugirió a Dallagnol cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato y dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, lo que está prohibido por ley.

Con todo esto la defensa del expresidente solicita que se realice el juicio lo antes posible en el Supremo.

"Para nosotras, activistas brasileñas que vivimos Europa, la condena proferida por el exjuez Sergio Moro en el enjuiciamiento promovido por el Ministerio Público Federal contra Lula debe ser considerada nula ante la evidencia de que el juez está bajo sospecha de parcialidad, y sin Lula libre no hay democracia en Brasil, termina el manifiesto de los juristas.

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