Este artículo se publicó hace 4 años.
Los británicos no blancos se resisten a entrar en la Policía de Reino Unido
La estigmatización de los jóvenes BAME (Negros, Asiáticos y Minorías Étnicas), motivo para rechazar el cuerpo de 'bobbies' que los acosa y discrimina, según lord Woolley, miembro de la Cámara de los Lores.
Londres-Actualizado a
Las cifras bailan de un día para otro y de un parámetro comparado con otro, no obstante, tras el último reclutamiento de policías (6.000 agentes de 20.000 anunciados por Boris Johnson) en Inglaterra y Gales, un 7,3% del total de fuerzas de seguridad encajan en la clasificación BAME (Negros, Asiáticos y Minorías Étnicas) mientras que en la población estos sectores contabilizan el 14%. El ministerio de Interior lleva tiempo haciendo campañas, con escaso éxito, para reclutar bobbies que representen, al menos proporcionalmente, la ciudadanía británica contemporánea y romper así la disparidad numérica que casi dobla una cifra de la otra.
Las razones por las que la profesión de policía no atrae a los jóvenes o adultos BAME son variadas y diversas, sin embargo, lord Simon Woolley, asesor en igualdad racial a través de Race Disparuty Unit de la ex ministra Theresa May y miembro de la Cámara de los Lores, advierte que la culpa de que los británicos no blancos no quieren incorporarse a las fuerzas de seguridad radica en la misma Policía y en la política del propio ministerio de Interior actual que potencia medidas como el stop and search (retención y registro) bajo mínima sospecha lo cual ha llevado a la estigmatización y marginalización de los estereotipos que asocian a jóvenes de raza negra con actividades ilegales.
Los jóvenes de raza negra son retenidos y registrados nueve veces más que los de raza blanca
El Ministerio de Interior publicó cifras el pasado 27 de octubre que hablan por sí solas. Los jóvenes de raza negra son retenidos y registrados nueve veces más que los de raza blanca; el 70% de estas detenciones se deben al tráfico de drogas que van desde la posesión de marihuana hasta la comercialización de drogas duras; en el caso de estos últimos –los traficantes de sustancias ilegales-, los identificados suelen constituir el último peldaño en la red del comercio ilícito. Lord Woolley, fundador en 1996 de Operation Black Vote, una organización para atajar el déficit democrático o la abstención entre la población de color, manifiesta a The Guardian que "el acoso e intimidación a los jóvenes de raza negra obstaculiza su incorporación a la Policía porque los tacha y marca perpetuándose los perfiles negativos; se dificulta la diversidad étnica y racial en los cuerpos de seguridad".
Lord Woollley arremete contra la actual ministra de Interior, Priti Patel, que muestra mano dura en todos los ámbitos de su ministerio. "Tenemos una ministra severa que tristemente habla de tolerancia cero con el cannabis; si tenemos en cuenta que el 70% de las detenciones y registros de jóvenes de color se deben a las drogas, el resultado es desproporcionado y eterniza el estereotipo racial y la hostilidad de los jóvenes a la Policía".
Al margen de la cuestionada efectividad de las campañas Police Now promovidas por el ministerio de Interior, la Policía arrastra un dañino expediente judicial de discriminación contra agentes de minorías étnicas. Carol Howard ganó un pleito contra Scotland Yard (Policía de Londres) por discriminación racial y de género así como Kevin Maxwell que basó su caso en la raza y la homosexualidad o Ronnie Lungu que fue discriminado por raza en la Policía de Wiltshire. Dentro del cuerpo policial se ha formado la Asociación Nacional de Policías de Color (NBPA en inglés) para promover la igualdad racial en el cuerpo. Su presencia genera polémica en algunos sectores de policías blancos que han pedido su abolición.
El sargento Upile Mtitimla fue detenido y registrado siete veces en Mánchester antes de entrar en la Policía por sospechas infundadas. "La hostilidad hacia la Policía es latente en muchos sectores y se transmite a través de los amigos, la familia, el vecindario y la comunidad; tuve que tomar una decisión tajante para considerar mi incorporación a la Policía", explica el sargento a Police Now, la campaña del ministerio de Interior para animar a personas BAME a convertirse en bobbies.
El primer ministro Boris Johnson anunció el año pasado 20.000 nuevos agentes hasta 2023 para mantener la seguridad en Inglaterra y Gales. En octubre se incorporaron los primeros 6.000, de los cuales un 10% -porcentaje superior al general 7,3%- proceden de BAME y un 39% son mujeres. Como BAME se incluyen de raza negra tanto procedentes del Caribe como de África, asiáticos que van desde los de origen chino, indio o filipino, y de minorías étnicas incluyen árabes, mestizos o judíos. En total la Policía de Inglaterra y Gales dispone de unos 134.885 agentes.
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