Este artículo se publicó hace 16 años.
La caída de Prodi abre las puertas a Silvio Berlusconi
Las encuestan dan la victoria a la derecha si el presidente Napolitano opta por zanjar la crisis de Gobierno convocando elecciones anticipadas
La caída del Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi estaba más que anunciada pero ha cogido a contrapié a la mayoría de formaciones políticas.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha empezado a consultar a las instituciones italianas y a los partidos para determinar si, tras la dimisión forzada de Prodi, se convocan elecciones anticipadas o se crea un Gobierno técnico para cambiar la ley electoral.
El centroizquierda apuesta por el cambio, mientras que el centroderecha, favorito con el actual sistema, ya ha empezado su campaña. Napolitano se decidirá el martes. Ni la izquierda ni la derecha tienen todavía claras sus alianzas y ni siquiera se sabe con qué ley electoral se celebrarán las próximas elecciones.
El más rápido en reaccionar ha sido Silvio Berlusconi de Forza Italia. El hombre más rico de Italia según la revista Forbes, ya ha empezado a seducir a sus aliados. El primero ha sido Gianfranco Fini, líder de la posfascista Alianza Nacional. A pesar de que Fini soñaba con liderar el centroderecha, no ha dudado en apuntarse al que parece caballo ganador. Y es que las encuestas apuntan a Berlusconi como futuro premier. El último sondeo es del portal digital Affaritaliani.it.
Según sus cuentas, si el centroderecha se presenta unido obtendrá la mayoría en la Cámara y el Senado ya que conseguirá entre el 52% y el 53% de los escaños. Para completar la coalición, Berlusconi tiene que convencer también a la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro y a la Liga del Norte, que ya le apoyaron en las últimas elecciones. El panorama pinta peor para un centroizquierda que se ha mostrado incapaz de terminar la legislatura.
Un Gobierno lastrado
Uno de los principales problemas que se ha encontrado Prodi en sus 20 meses de gobierno ha sido poner de acuerdo a los 13 partidos que formaban la coalición, que iba de los democristianos a los comunistas. La ley electoral italiana, aprobada durante el último Gobierno de Berlusconi, prima a los partidos pequeños, lo que obliga a crear coaliciones demasiado débiles.
El hasta ahora Gobierno de Romano Prodi ha caído después de que la Unión de Demócratas para Europa (Udeur), un pequeño partido que sólo tenía el 1,4% de los votos, se pasara a la oposición la semana pasada. El origen de esta decisión estuvo en la dimisión de su líder, el ministro de Justicia, Clemente Mastella, que está siendo investigado por un caso de corrupción.
El jueves, sus votos contrarios durante la moción de censura de Prodi, fueron suficientes para hacer caer el Gobierno. Encima de la mesa del premier han quedado distintas propuestas para reformar la ley electoral y corregir esta situación.
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