Este artículo se publicó hace 11 años.
Cameron sustituye al ministro para Escocia antes del referendum independentista
Según las encuestas la mayor parte de la ciudadanía escocesa rechaza la independencia. Aún así, el primer ministro nombra al también liberal Alistair Carmichael, de estilo "más combativo", para asegurar
El Gobierno de coalición de Reino Unido sustituyó el lunes al ministro responsable de los asuntos escoceses menos de uno año antes de que Escocia vote si quiere ser independiente, confirmando un cambio en las tácticas de la campaña.
Los conservadores del primer ministro David Cameron, sus socios de coalición, los liberales, y el principal partido de la oposición, el Partido Laborista, están todos haciendo campaña para mantener el status quo, que garantiza a Escocia una amplia autonomía dentro del Reino Unido.
El Partido Nacional Escocés (SNP, en sus siglas inglesas), que dirige un gobierno delegado en Edimburgo, busca la independencia absoluta, alegando que el país de cinco millones de personas puede ser más próspero en solitario.
Los sondeos de opinión reflejan que una mayoría de los escoceses rechazarán la independencia en un referéndum previsto para el 18 de septiembre de 2014, pero a medida que se acerca la votación, el gobierno de Cameron quiere afilar su estrategia de campaña.
La oficina de Cameron, que estudia llevar a cabo una remodelación más amplia de ministros del gobierno el lunes, dijo que había nombrado a Alistair Carmichael, de 48 años, como el nuevo secretario de Estado para Escocia, en sustitución de Michael Moore, también de 48.
Ambos hombres son liberales, cuyo partido Liberal Demócrata tiene 11 diputados que representan a electores escoceses en el parlamento de Westminster en Londres, frente a sólo uno de los conservadores de Cameron.
"Ahora necesitamos aprovechar las diferentes experiencias en el último año que falta para el referéndum", dijo Nick Clegg, el líder liberal, a Moore en una carta a la que tuvo acceso Reuters.
Una fuente del gobierno dijo que si bien el robusto Moore, pero relativamente discreto defensor de la unidad, había sido apropiado en los últimos tres años, ahora se necesitaba un estilo más combativo en la campaña.
La Oficina de Escocia deja gran parte del día a día de los asuntos escoceses en manos del gobierno autonómico de Edimburgo, pero se encarga de representar los intereses de Escocia en asuntos exteriores y defensa, competencias que no han sido transferidas. También hace campaña para que Escocia siga siendo parte del Reino Unido.
Si los escoceses desafían los sondeos y votan por la independencia el próximo año, crearán varios problemas al resto del país. La base de los submarinos nucleares está en Escocia y el gobierno autonómico ya ha dicho que quiere que se vaya a otro lugar.
Aparte de las disputas desatadas sobre quién es dueño de qué, algunos analistas políticos sugirieron que una ruptura podría también debilitar la influencia diplomática británica y plantear preguntas sobre su asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
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