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Canadá niega haber prohibido a los homosexuales donar órganos

La normativa, sin embargo, excluye a hombres que en los últimos cinco años han mantenido relaciones sexuales con otros hombres, drogadictos, hemofílicos y personas recientemente tatuadas o con un 'piercing', así com

EFE

El gobierno canadiense ha negado hoy que haya prohibido a hombres homosexuales donar órganos y señaló que simplemente ha regulado una serie de requisitos basados en prácticas de riesgo, y no en el estilo de vida del donante.

La portavoz del Ministerio de Sanidad canadiense, Carole Saindon, dijo  que la nueva normativa excluye a hombres que en los últimos cinco años han mantenido relaciones sexuales con otros hombres, drogadictos, hemofílicos y personas recientemente tatuadas o con un piercing, así como presidiarios.

La normativa entró en vigor en diciembre del 2007 pero ayer el principal grupo de la oposición, el Partido Liberal, emitió un comunicado en el que afirmó que el gobierno del primer ministro conservador, Stephen Harper, había prohibido 'en secreto' que hombres homosexuales puedan donar órganos.

El Ministerio de Sanidad canadiense negó las acusaciones de los liberales.

Saindon afirmó que 'las regulaciones para la seguridad de órganos para donación subrayan factores de riesgo que podrían indicar un elevado riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas' y que exclusiones similares se aplican a los donantes de sangre.

Las autoridades sanitarias canadienses añadieron que un hombre homosexual que 'haya practicado abstinencia durante los cinco años anteriores sería aceptable' como donante.

La regla de los cinco años también se aplica a un hombre heteroexual que haya tenido un solo contacto sexual con otro hombre, aunque no sea considerado homosexual.

La literatura médica recoge varias instancias en las que receptores de órganos han sido infectados con enfermedades como la hepatitis o el virus del sida a través de trasplantes.

El Ministerio de Sanidad también dijo que la normativa permite que los cirujanos sean los que en última instancia decidan trasplantar un órgano, incluso si procede de una persona en el grupo de alto riesgo.

La única diferencia es que los doctores tendrán que autorizar por escrito el uso del órgano.

Las autoridades canadienses hicieron hincapié en que la normativa 'no constituye un cambio de política, son regulaciones que formalizan una práctica que ha estado en marcha desde hace muchos años en Canadá'.

La polémica

La medida no está exenta de polémica. Defensores de los derechos de los homosexuales caracterizaron las medidas como 'discriminatorias'.

Y grupos que gestionan programas de donación han señalado que aunque la normativa sigue la práctica existente en el país y no prohíbe las donaciones de homosexuales, la forma en que están redactadas las medidas puede afectar de forma negativa a los programas de donación de órganos.

Estos grupos temen que algunas personas se puedan autoexcluir como donantes cuando el país necesita fomentar la donación de órganos.

También se critica que la normativa permite donaciones a homoseuales que han practicado abstinencia pero no a gays que han sido monógamos durante décadas.

Los médicos consideran que la normativa debería clarificarse para subrayar que los límites se refieren a personas promiscuas en vez de sus tendencias sexuales.

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