Este artículo se publicó hace 16 años.
Los candidatos se acusan mutuamente de politizar la crisis
Obama vuelve a hacer campaña mientras McCain está en Washington para negociar
Isabel Piquer
A río revuelto ganancia de pescadores. Los dos candidatos presidenciales intentaban ayer a cobrar los dividendos de la crisis financiera y política que ha sacudido la confianza de los votantes en los responsables de Washington y Wall Street. Barack Obama esperaba responsabilizar a los republicanos de los problemas económicos e hipotecarios del país mientras John McCain intentaba atribuirse el mérito del éxito de la negociación.
Tenían una ardua tarea por delante. En declaraciones vía satélite a un grupo de pescadores de Ohio, uno de los estados clave de la contienda, McCain acusó a su rival de anteponer su campaña a los intereses nacionales. "Está claro que el senador Obama ve en la crisis financiera un problema que primero se explota y luego se resuelve".
En Carolina del Norte y ayer de nuevo en Michigan, Obama,y su número dos, Joseph Biden, criticaron a McCain por interrumpir el proceso negociador en Washington y aterrizar en la capital para "rescatar" las delicadas conversaciones entre Congreso y Gobierno.
"George Bush nos ha enterrado en este agujero y John McCain llevaba la pala. Nos va a llevar tiempo desenterrarnos", dijo ante 20.000 personas. "El senador McCain no lo entiende, no entiende que la crisis de Wall Street lleva tiempo afectando la economía, por eso ha estado cambiando de posiciones estas dos últimas semanas, buscando una foto e intentando saber lo que tenía que hacer".
Una ayuda polémica
El que gane las elecciones deberá gestionar el mayor paquete de ayuda gubernamental de la historia de EEUU desde la Gran Depresión, un lastre que limitará sus programas electorales. El coste total del plan de rescate, 700.000 millones de dólares, supera el coste total de la guerra de Irak.
Los jefes de las respectivas campañas también se enfrentaron en televisión sobre la responsabilidad de la crisis y del paquete de rescate. El estratega de Obama, David Axelrod calificó de pura "ficción" las declaraciones de Steve Schmidt, responsable republicano cuando este aseguró que McCain "había juntado a las partes enfrentadas".
Después de la infructuosa reunión en la Casa Blanca del jueves, los dos candidatos se mantuvieron alejados de Washington, pasando las llamadas de rigor para interesarse por los progresos de la negociación. "Éste es un trato que vamos a tener que tragar", dijo McCain.
La crisis era una forma de intentar marcar distancias tras un debate que se saldó en empate. Un sondeo del diario USA Today aseguró ayer que el 46% de los que vieron el enfrentamiento televisivo dieron una ventaja a Obama frente a McCain (34%), unas cifras que no querían decir gran cosa puesto que lo realmente importante en las elecciones son los estados sensibles donde se juega el destino de las respectivas campañas.
Los dos bandos cantaron victoria tras el primero de los tres encuentros televisivos y empezaron a emitir videos de valoración. Los demócratas criticaron a McCain por haber mencionado en "cero" ocasiones a la clase media mientras los republicanos volvían a machacar a sus simpatizantes con el argumento de que el senador por Illinois no estaba "listo" para asumir los mandos del país.
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