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Un cártel mexicano plantea su disolución

El sanguinario grupo La Familia condiciona su retirada a que el Gobierno controle la seguridad en Michoacán

MARIA JOSEP SISCAR

'Hemos decidido replegarnos si las autoridades se comprometen a tomar el control del estado con fortaleza y decisión'. Este es el reto que hizo uno de los cárteles más peligrosos de México, La Familia, al Gobierno de México a través de un comunicado publicado en varios medios de comunicación y con el que amanecieron tapizadas las calles de varios municipios del estado de Michoacán, su centro de operaciones.

En un hecho insólito, la banda criminal anuncia que está dispuesta a 'disolverse' si el Gobierno acepta el 'compromiso público' de garantizar el bienestar de los michoacanos.

Los narcos acusan al Gobierno de haber impulsado 'una verdadera cacería' en contra de la sociedad michoacana, en la que 'han violentado y saqueado domicilios, han asesinado y violado a hombres y mujeres, han inventado figuras antijurídicas como el arraigo y los testigos protegidos para llenar las cárceles de gente inocente' con la excusa de acabar con su organización.

Michoacán es uno de los estados más golpeados por la violencia del crimen organizado

Ante estas 'atrocidades', el cártel se plantea si deben seguir existiendo, e insta a la ciudadanía y a las autoridades a que opinen sobre ello. Pues ellos mismos se alzan como garantes de la seguridad en Michoacán e incluso achacan su surgimiento en 2005 a la incapacidad gubernamental 'para erradicar de nuestro estado a ladrones, violadores, narcotraficantes y secuestradores'. La carta asegura que ellos no matan inocentes y proponen 'disolverse' siempre que el Gobierno se comprometa a salvaguardar 'honestamente' a los michoacanos 'de todos aquellos que pretenden venir a desestabilizar a nuestro hermoso estado'.

Michoacán es uno de los estados más golpeados por la violencia del crimen organizado, especialmente desde la aparición de La Familia en el 2005. Este cártel, considerado uno de los más sanguinarios, mantiene una guerra abierta con Los Zetas y el Cártel del Golfo por el control de las rutas del narcotráfico en el centro del país. Aunque el bastión de La Familia es Michoacán, en los últimos meses sus tentáculos se han extendido por los estados vecinos de Guanajuato, Guerrero y Estado de México.

Sin embargo, la misiva aparece pocos días después de que se haya estrechado el cerco al cártel. El pasado jueves, EEUU detuvo a 45 presuntos miembros de La Familia que operaban en ese país. Al día siguiente, la Policía Federal detuvo a dos de los colaboradores más cercanos a su capo visible, Servando Gómez Martínez, alias La Tuta.

El experto en narcotráfico Rodolfo Montes explica a Público que el comunicado obedecería al cerco que está sufriendo, así como a las divisiones internas fruto de su fervor religioso, pues La Familia, a diferencia del resto de grupos del crimen organizado, se ha caracterizado por tener una fuerte inspiración cristiana, que impregna sus actos y su discurso. Incluso ha pretendido justificar sus asesinatos y torturas dejando en los cadáveres mensajes de 'justicia divina'.

La Tuta llegó el año pasado a llamar a una cadena de televisión local para declarar que su organización respetaba al ejército y al presidente, y que su conflicto era con el Cártel del Golfo y Los Zetas. 'Si nosotros, los de Michoacán, no estuviéramos organizados, ya nos hubieran invadido Los Zetas. Ojalá pudiéramos cuidar toda la República', alegó fiel a su particular visión de justicia social.

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