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Católicos de uniforme en el Ulster

El proceso de paz ha conseguido que los católicos de Irlanda del Norte acepten a la Policía y servir en sus filas

LOURDES GÓMEZ

El Sinn Fein celebró ayer el Levantamiento de Pascua, de 1916, la mítica revuelta republicana irlandesa contra el poder británico. En cementerios de Irlanda del Norte, como dicta la tradición, la rama política del IRA conmemoró a sus combatientes caídos en defensa de la República y la independencia de Gran Bretaña. Gerry Adams, presidente del partido, lo hizo en Belfast, en el funeral de la última baja entre las filas republicanas, Frank McGreevy.

Pero el antiguo preso del IRA no perdió la vida por luchar contra los británicos, sino víctima de la violencia juvenil.

Una pandilla de veinteañeros, cargados de alcohol y droga, lo mató a golpes el fin de semana pasado. McGreevy cayó, a sus 51 años, en en Falls, el más republicano de los barrios de Belfast, donde el Sinn Fein tiene su sede principal en un solar decorado con el mural de Bobby Sands, el héroe republicano muerto en huelga de hambre en la cárcel de Maze en 1981.

Con el proceso de paz, la violencia criminal cobra absoluta prioridad sobre la amenaza terrorista. Y, en los barrios católicos, los jefazos del IRA ya no pueden imponer el orden. Antes resolvían los problemas de drogas, robos, palizas o simples gamberradas con una reprimenda verbal y los llamados golpes de castigo: balazos en las rodillas y expulsión de la región. Pero el Sinn Fein apoya ahora al Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, en sus siglas en inglés), ha metido a dos ex presos del IRA en la Junta de Supervisión Policial y pide a su gente que colabore con las fuerzas del orden.

Llegan los católicos

La policía era 'objetivo legítimo' en la lucha republicana. Antes de la reforma del cuerpo, en 2001, el 92% de sus miembros pertenecía a la población protestante. Hoy, el 23,9% de los 7.500 agentes del servicio es católico. Patrullan a pie o en automóvil por barriadas, incluida Falls, que antes sólo cubrían en tanquetas blindadas y protegidos por unidades del Ejército británico.

También la población católica recurre con mayor frecuencia a la policía. Las estadísticas del crimen en Irlanda del Norte reflejan un incremento de las denuncias del 4,3% el año pasado. Pero este aumento fue del 11,7% en áreas predominantemente católicas, frente a una caída del 0,2% en zonas protestantes. 'A medida que crece el apoyo y la confianza de los católicos en el PSNI, aumentará el número de crímenes denunciados en los próximos años', observa un informe de la junta supervisora del servicio de policía, integrado por diez dirigentes de cuatro partidos políticos y nueve miembros independientes.

En enero de 2007, el Sinn Fein dio un giro en su historia al ratificar en un congreso especial el apoyo republicano a la policía. Fue la llave que abrió paso a la autonomía, con la formación seis meses después del Gobierno compartido entre las dos fuerzas mayoritarias en el Ulster: el Partido Democrático Unionista (DUP) y el propio Sinn Fein. El último eslabón pendiente del proceso autonómico -la transferencia de las competencias en justicia y policía- será difícil, pero no imposible, de completar.

En la negociación, el DUP podrá exigir el desmantelamiento del máximo órgano de poder del IRA, el Consejo Militar, que se cree intacto pese a que la organización completó su desarme en 2005.

Por su parte, Sinn Fein aspira a colocar al frente del Ministerio de Justicia y Policía a Gerry Kelly, histórico activista republicano, responsable de atentados en Londres por los que fue sentenciado a dos cadenas perpetúas. Al salir de la cárcel, en 1989, Kelly tomó la senda política y participó en las negociaciones del Acuerdo de Viernes Santo, hace diez años.

El reparto

El compromiso parece orientarse hacia la división y rotación entre ambos partidos mayoritarios del más delicado y susceptible poder legislativo que Londres quiere transferir a Belfast.

Antes, sin embargo, los políticos norirlandeses deben ponerse de acuerdo sobre la fecha del traspaso de las competencias. El DUP ha rechazado el plazo inicialmente previsto, el próximo 1 de mayo, por miedo a enfurecer aún más al sector de su electorado que desconfía del curso emprendido por su líder histórico, el reverendo Ian Paisley, al aceptar formar gobierno con el Sinn Fein.

Paisley acaba de anunciar su retirada de la escena política. Será su sucesor quien tendrá las bazas para decidir cuándo y cómo llega a Irlanda del Norte la administración de la justicia y la policía regionales, el último eslabón pendiente de la autonomía.

El reformado cuerpo policial tiene un equipo dedicado a resolver los crímenes terroristas no resueltos de los últimos 30 años. Es la deuda de la sociedad con sus víctimas pero, como ha advertido el jefe del servicio, sir Hugh Orde, drena las finanzas y recursos humanos del cuerpo.

Del presente al pasado también viaja la oficina del ombudsman, encargada de investigar las denuncias sobre la actuación del viejo cuerpo de policía, Royal Ulster Constabulary (RUC) y su sucesor, el NIPS.En sus siete años de trabajo, ha abierto heridas con informes críticos sobre colusión de agentes del orden con las bandas  radicales protestantes.

Otra polémica se anticipa en torno a un atentado del IRA, en 1972, con nueve muertos. El ombusdman investiga si la Iglesia católica encubrió a un sacerdote sospechoso de haber participado en la matanza.

Una comisión estudia la historia reciente de Irlanda del Norte con el objetivo de guiar la reconciliación entre protestantes y católicos. Ya ha cundido la alarma al filtrarse que el informe podría declarar que la campaña del IRA fue una guerra.

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