Este artículo se publicó hace 13 años.
Chávez regresa a Cuba para tratar de derrotar al cáncer
Un cirujano que le trató en el pasado estima que no vivirá más de dos años
"Tengo fe en que vamos a aprobar los exámenes. ¡Viva Venezuela, viva la vida!".
Hugo Chávez regresó a La Habana en la noche del domingo para someterse a nuevas pruebas en "este camino de recuperación". Acompañado de su hija, mostró de nuevo el optimismo con el que afronta su enfermedad: "El estudio integral va a resultar igualmente exitoso, como exitosa resultó la intervención quirúrgica, el tratamiento posoperatorio y las cuatro fases de quimioterapia", insistió el líder bolivariano en una alocución al país.
El entusiasmo del mandatario ("Estaré de regreso a mitad de semana con buenas noticias") contrasta con los nubarrones que han levantado en Venezuela las declaraciones de un cirujano que formó parte del equipo médico presidencial antes de ser operado en Cuba. "La información que tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor de muy mal pronóstico", vaticinó Salvador Navarrete. El especialista desveló que se trata de un cáncer de pelvis y no de próstata o de colon, tal como se había aventurado.
El especialista cree que es un cáncer de pelvis y no de colon o de próstata
La enfermedad de Chávez se convirtió desde el primer momento en secreto de Estado, lo que ha alentado todo tipo de rumores. Las declaraciones de Navarrete han sorprendido, al tratarse de alguien que fue cercano al presidente. Y aún más por el pronóstico, que realizó para un medio de comunicación mexicano: "Cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la decisión de adelantar las elecciones".
Las presidenciales se realizarán el 7 de octubre del año que viene y no en diciembre, como era tradicional. La enfermedad de Chávez y las primarias programadas por la oposición para febrero han provocado que Venezuela viva en constante precampaña, marcada por la constitución de un Gran Polo Patriótico en torno al líder bolivariano y por la presentación de sus rivales.
Una precampaña a la que el líder revolucionario se ha sumado con sorprendente fuerza y con constantes apariciones televisivas, de día y de noche. Gracias a su ímpetu mediático, Chávez ha marcado el pulso político de los últimos días: ha exigido una ley que permita al Ejército derribar narcoavionetas, ha expropiado 15.000 hectáreas que serán entregadas a los indios yupkas, ha amenazado a la "alta burguesía" que tiene viviendas en el paraíso caribeño de Los Roques y ha nacionalizado una compañía de ferrys. Además, bailó rap, cantó rancheras y celebró la victoria de la selección Vinotinto contra la Argentina de Messi, vía Twitter. Y le dio duro a la oposición: "Ellos quieren que me muera o que me vaya. Ni me voy a morir, ni me voy a ir". Chávez en estado puro.
"El pronóstico no es bueno y explica la decisión del adelanto electoral"
Sólo esa magia mediática, que tanto seguidores como enemigos le reconocen, le permitió salir del atolladero que el nuevo muñeco de Superchávez (chaqueta roja, pantalones militares) provocó durante su presentación en televisión. Mientras Chávez criticaba a Superman y Batman, al héroe local (destinado a promover su campaña de reelección) se le cayeron los pantalones, quedándose en calzoncillos rojos, con la consiguiente mofa de los presentes. "Amárrate los pantalones, compadre, que a Chávez no se le pueden caer", bromeó.
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