Este artículo se publicó hace 14 años.
China amenazó a EEUU hace ya un año por el disidente Liu
Un cable diplomático filtrado por Wikileaks revela tensiones entre Pekín y Washington a causa del nuevo premio Nobel de la Paz. Ni Xiaobo ni sus allegados podrán recoger hoy el galardón
La respuesta de Pekín al Premio Nobel de la Paz, cuya ceremonia de entrega tendrá lugar el viernes en Oslo, ha sido tan brutal que algunos expertos han llegado a pensar que es fruto de la sorpresa de ver expuesto ante el mundo su punto más débil, los derechos humanos. Nada más lejos de la realidad: uno de los cables filtrados por Wikileaks desvela que hace justo un año China reaccionó con la misma ira a la protesta de la embajada de EEUU por la detención de Liu Xiaobo a raíz de la Carta 08, y que utilizó los mismos argumentos para defender su postura.
Básicamente son tres: China ha realizado "un progreso enorme" en el campo de los derechos humanos en los últimos años; China es un país "regido por la ley" y si un ciudadano viola esa ley será llevado ante la justicia sin excepciones; y EEUU no tiene ningún derecho en "apuntar con el dedo" a China. Pekín hasta amenaza a Washington: "Para no dañar las relaciones bilaterales, China insta a EEUU a respetar la soberanía judicial china y a dejar de utilizar los derechos humanos como excusa para entrometerse en los asuntos internos", según el cable. Si se cambia EEUU por Comité Nobel, el resultado no es otro que la polémica actual.
En el caso filtrado por Wikileaks, sin embargo, es el director de la oficina para América del Ministerio de Exteriores chino, Ding Xiaowen, quien condena el encuentro del embajador norteamericano, John Huntsman, con los abogados de Liu. Para justificar la actitud de China, Ding no tiene inconveniente en comparar la hoy segunda economía del mundo con Botswana, al recordarle al consejero político de la embajada de EEUU, Eric Barboriak, que los derechos humanos más elementales son la comida y un techo donde refugiarse. Asuntos como la religión o la libertad de expresión y de reunión vienen sólo después, dice, tanto en Botswana, país donde Ding fue embajador, como en China.
"Una silla vacía va a causar una impresión fuerte"
Pero Botswana es una de las democracias más transparentes y dinámicas de África, y aunque es cierto que China atesora grandes bolsas de pobreza, casi toda su población dispone desde hace al menos 20 años de techo y alimento.
A pesar de todas sus razones para oponerse al Nobel de la Paz, China no podrá evitar hoy en Oslo un episodio bochornoso, al menos a ojos de Occidente: la silla del galardonado estará vacía, al no haber en la ceremonia ningún familiar directo de Liu Xiaobo. La primera vez fue en 1936, cuando Adolf Hitler impidió viajar al pacifista Carl von Ossietzky (Nobel 1935), encerrado en un campo. "Una silla vacía va a causar una impresión fuerte", dijo el director del Instituto Nobel, Geir Lundestad. "Esto enfatiza la relevancia de la elección del Comité e ilumina un foco sobre la situación de los derechos humanos en China", consideró.
Los chinos ven un complotPor su parte, Pekín continuó con su furibunda campaña. El diario Global Times, versión en inglés del Diario del Pueblo, portavoz del Partido Comunista, sugirió que todo es un "complot" de Occidente para frenar el ascenso de China. Un día antes, la agencia estatal Xinhua aseguró que el Comité Nobel "ha usado el viejo truco de tratar de imponer los valores occidentales y su sistema político al resto del mundo".
En China, nadie sabe aún quién es Liu Xiaobo
Es más: trató de "avergonzar" a China, "cambiar la senda de desarrollo" del país y "reforzar la moral de aquellos que tratan de dividir a China, crear problemas o incluso subvertir el actual sistema político". "No se atrevieron a usar la fuerza como en Irak y Afganistán, por eso escogieron este segundo acercamiento", prosiguió Xinhua.
Mientras, un grupo cercano al Gobierno chino concedió en Pekín el primer Premio Confucio de la Paz, una iniciativa que trata de hacer sombra al Nobel y cuyo galardonado, el ex vicepresidente de Taiwán Lian Chan, ya ha dicho que no piensa aceptar.
Ajeno a la polémica, Pekín bullía como en un día cualquiera. Nadie aquí sabe aún quién es Liu Xiaobo, ni que está cumpliendo 11 años de prisión por escribir la Carta 08 a favor de la democracia y los derechos humanos en su país. Después de que la ceremonia acapare hoy las televisiones de todo el mundo menos las de China, seguirán sin saberlo.
Premiados que no acudieron a OsloCarl von Ossietzky, 1935
El régimen nazi mantuvo a este periodista y pacifista alemán en un campo de concentración. Falleció en 1938. Nadie fue a Oslo, aunque un abogado berlinés de la época se hizo con el dinero que el Comité Nobel había entregado.
Le duc Tho, 1973
Miembro del Partido Comunista de Vietnam y compañero de armas de Ho Chi Minh, Le Duc Tho participó en las negociaciones de paz con Estados Unidos. El Comité Nobel le otorgó, junto a Henry Kissinger, el premio en 1973, pero Le no lo recogió porque rechazó compartirlo con el ex secretario de Estado estadounidense.
Andrei Sajarov, 1975
El físico nuclear ruso recibió el Nobel de la Paz por su labor a favor de los derechos humanos en la Unión Soviética. Denunció una URSS “sobremilitarizada” y los excesos del aparato de Estado. Moscú le prohibió abandonar el país y acudió su esposa a Oslo. Otro premio de derechos humanos lleva ahora su nombre.
Lech Walesa, 1983
La lucha del sindicalista por la democracia en Polonia fue reconocida con el Nobel en 1983. Fue su mujer, Danuta, quien asistió a la ceremonia de entrega. Walesa estaba bajo arresto domiciliario, del cual fue liberado en 1987. Fue presidente del país tras la caída del régimen de Wojciech Jaruzelski, de 1990 a 1995.
Aung San Suu Kyi, 1991
La opositora birmana (en la imagen) pasó 15 de los últimos 21 años en prisión o arresto domiciliario. Estaba presa en 1991 y sus dos hijos recogieron el Nobel de la Paz en su nombre. Un año antes, su partido había ganado las elecciones, aunque los militares no aceptaron su derrota y se quedaron con el poder. Aung San Suu Kyi fue liberada por la Junta Militar el pasado 13 de noviembre.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.