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China lucha contra los tabúes sobre el sida

El Gobierno chino cambia de actitud y revoca una ley que prohibía la entrada a los extranjeros seropositivos. También aprueba un plan para luchar contra la pandemia cuyo contagio se extiende en el gigante asiático.

ANDREA RODES

China ha decidido permitir la entrada al país de los extranjeros infectados con el virus del sida, en una señal de que su actitud hacia esta enfermedad ha cambiado.

Ya en 2006 el Gobierno del gigante asiático puso en marcha un plan de acción de cuatro años enfocado a informar, prevenir y combatir los tabúes existentes en torno a la enfermedad.

Esta pandemia afecta a 650.000 chinos, según cifras oficiales. Pero cuando se lanzó esta campaña, los seropositivos extranjeros aún no podían entrar en el país.

Con la decisión de levantar esta ley, que prohíbe desde 1994 la entrada de extranjeros infectados con el VIH, la tuberculosis y varias enfermedades venéreas se ha subsanado esta contradicción.

La anulación de la norma legal 'servirá para crear un entorno menos discriminatorio para los portadores del VIH', informó ayer al diario oficial China Daily Wu Zunyou, director del Centro Nacional del Sida.

En muchas partes de China, se sigue asociando el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, así como el estigma que éstas conllevan, a los extranjeros.

Difícil de controlar

La revocación de la ley permitirá que seropositivos de otros países puedan participar en congresos sobre el tema en China, facilitando así el desarrollo de planes de prevención y tratamiento más directos y transparentes hacia los grupos más vulnerables al contagio.

Según la agencia de salud pública británica, DFID, las prostitutas, especialmente las jóvenes, y las minorías étnicas, de pocos recursos e influidas por los tabúes respecto a la enfermedad, son los colectivos más expuestos a la transmisión del virus.

El sida aún no es una enfermedad muy extendida en China. Sin embargo, su propagación es difícil de controlar, ya que la mayor parte de casos se concentran en lugares remotos, alejados de la desarrollada costa Este, como las provincias Yunnan y Guangxi. Ambas son fronterizas con el llamado Triángulo Dorado de la heroína (Birmania, Laos y Tailandia).


La organización Global Fund, especializada en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, estima que la mitad de los contagios en estas regiones están asociados al consumo de drogas.

En China, existen entre 30 y 50 millones de personas expuestas al contagio, informa Global Fund. La organización, que finalizó ayer su cumbre anual en Kunming, capital de Yunnan, donó recientemente al país 3,98 millones de euros para la lucha contra las epidemias.

Hasta hoy, el Gobierno chino ha mantenido un claro hermetismo en torno a sus políticas de salud pública. En varias ocasiones la enfermedad se propagó por errores de las autoridades.

La provincia de Henan concentra un alto número de afectados por el VIH por culpa de unas transfusiones de sangre contaminada realizadas en los años 90. La doctora Gao Yaojie destapó el escándalo al denunciar que algunos bancos de sangre contenían sangre infectada. Inició por su cuenta una campaña de prevención entre la población rural de Henan.


A principios de año, Gao fue detenida por la Policía para evitar que viajara a Nueva York a recoger el premio de una fundación presidida por Hillary Clinton. Las autoridades de Henan temieron verse implicadas en un escándalo de corrupción en la venta de sangre y acusaron a Gao de calumniar las campañas preventivas oficiales.

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