Este artículo se publicó hace 13 años.
China tira de billetera para sofocar la revuelta
El Gobierno de Cantón da la residencia a los delatores
China ha conseguido apagar el incendio de las revueltas masivas en Cantón, surgido tras la paliza que sufrió una joven embarazada procedente de Sichuan a manos de varios guardas de seguridad hace ahora diez días. Para ello, ha echado mano de su estrategia clásica: primero sacar a la calle a cientos de agentes antidisturbios y luego al Ejército en cuanto la situación se puso peor; más tarde, cuando las tanquetas y los soldados no fueron suficientes, impuso un estricto toque de queda durante toda una semana.
Una vez contenida la ira popular, el régimen está inmerso ahora en la segunda fase: identificar a los supuestos alborotadores y arrestarlos. Desde hace tres días, el Gobierno provincial regala dinero y permisos de residencia a todos aquellos inmigrantes rurales que delaten a los líderes de la revuelta o señalen con el dedo a los elementos más exaltados. Ni siquiera se trata de acuerdos secretos. La misma Policía fue la que puso un anuncio el pasado domingo en el Diario de Zengcheng ofreciendo entre 5.000 y 10.000 yuanes (de 550 a 1.100 euros), además de condecoraciones de "buen ciudadano", a todo aquel capaz de aportar pistas.
La protesta social en la provincia remite tras la represión y los sobornos
Aquellos informadores rurales "extraordinarios" serán recompensados con un hukou (permiso de residencia o pasaporte interno chino) local. Disponer de un hukou local permite a un foráneo acceder a servicios básicos como la educación, la sanidad o el derecho a comprar una vivienda, lo que lo convierte en todo un premio gordo.
Dividir y enfrentarLa táctica es sencilla: dividir y enfrentar a los millones de inmigrantes rurales que, hartos de la marginación social y la explotación laboral en la que viven, se echaron a la calle y quemaron coches de Policía y oficinas del Gobierno hace dos semanas. Muchos de ellos temen perder la gran unidad que mantenían hasta ahora a causa de esta treta.
Los trabajadores procedentes del campo lideraron las revueltas
"Gobierno, ¿puedes tener menos vergüenza? ¿Cuántos años llevas empleando la misma táctica de utilizar a la gente para ponerla contra sí misma?", preguntó un inter-nauta citado por el diario hongkonés South China Morning Post. El rotativo también citó a un experto anónimo de Cantón que dudaba que la táctica del Gobierno vaya a funcionar. "Aquellos que traicionan a sus hermanos pierden toda la credibilidad", argumentó, a la vez que señaló como menos atractivo de lo que el Gobierno piensa el hecho de obtener un permiso de residencia en la región de Zengcheng.
Como ahora el objetivo es transmitir normalidad y calma, el gobernador provincial, Wang Yang, dio ayer su versión de los graves incidentes a través del Diario de Cantón. Después de recordar que la provincia de Guangdong lleva más de tres décadas de gran desarrollo económico y apertura política, Wang admitió que la provincia es relativamente débil en términos de satisfacción social y que deben aplicarse mejoras. "El desarrollo a largo plazo resultará dañado si no prestamos atención a los importantes [problemas] sociales", afirmó. A pesar de la calma retomada, la llama del descontento social en Cantón está lejos de ser extinguida.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.