El eco del grito de un padre a cuyo hijo asesinaron rebotó por todo México. En 35 ciudades, decenas de miles de personas salieron a la calle el miércoles (madrugada de este jueves en España) para protestar contra la violencia y exigir al Gobierno que se replantee la estrategia de combate militar contra el narcotráfico.

Ha sido la primera movilización nacional en los cuatro años que dura esta guerra, que ya ha ocasionado 36.000 víctimas. Detrás de cada una de ellas se esconde el dolor de muchas más, que ahora se cristalizaron en un solo clamor, a partir de la convocatoria del poeta Javier Sicilia, quien perdió a su hijo Juan Francisco, de 24 años. Este fue asesinado junto a otros cuatro jóvenes y dos adultos el pasado 28 de marzo en los alrededores de Cuernavaca, capital del estado de Morelos. Las siete víctimas aparecieron en una camioneta atadas de pies y manos. Habían sido asfixiadas.

El poeta Javier Sicilia convocó la campaña tras el asesinato de su hijo

Sicilia convirtió su rabia en una campaña y aglutinó el hartazgo creciente de la sociedad. 'No soy sólo yo, somos miles los que estamos aquí por nuestros muertos que llevamos en nuestras espaldas y que ahora tienen un rostro. Estamos aquí manifestándonos para que no haya un muerto más, ni un joven más envilecido', clamó en la marcha que encabezó en su ciudad.

La muerte de su hijo toca el corazón de la clase media mexicana, al poner en evidencia que nadie, por más culto que sea, por más alejado que esté de la espiral de pobreza y marginación que engrosa las filas de la delincuencia, está libre del yugo de la violencia. 'Es la gota que derrama el vaso, estamos hasta la madre', espeta María Baranda, una de las organizadoras de la marcha en el DF.

Pero simultáneamente a las protestas, la Policía encontraba otros 61 cadáveres en ochos fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas. Allí donde hace siete meses fueron ejecutados 72 inmigrantes sin papeles. Las autoridades señalaron que podrían ser los pasajeros de un autobús secuestrado el pasado 25 de marzo.

'Estamos hasta la madre', clama una organizadora de las manifestaciones

Cada uno de estos hallazgos multiplica el dolor y golpea la paciencia de los mexicanos. La de Sicilia ya se acabó. Se quedará a las puertas del Gobierno de su Estado hasta el miércoles que viene.

Es el plazo que da para que presenten a los culpables. De no hacerlo, convocará a una marcha nacional en la Ciudad de México para exigir la renuncia del gobernador y el alto impostergable a la guerra contra el narco.