Este artículo se publicó hace 17 años.
Colombia prohíbe a Chávez seguir negociando con las FARC
El presidente venezolano habló por teléfono con un general colombiano a espaldas de Uribe.
"Hugo, no me llames a los generales, porque se me vuelven chavistas". La broma que Álvaro Uribe hizo al presidente venezolano en la Cumbre Iberoamericana de Chile contenía una velada advertencia. Pero Chávez la ignoró. El miercolés llamó por teléfono a un general colombiano. Justo lo contrario de lo que le había pedido Uribe.
O más bien hizo que lo llamaran. Quien marcó el teléfono del general Mario Montoya, jefe del Ejército, fue la senadora de la oposicion colombiana Piedad Córdoba.
Esta congresista colabora con Chávez en la mediación con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuyo objetivo era lograr el intercambio de 45 rehenes, incluida la ex candidata a la presidencia Ingrid Betancourt, por 500 de sus presos.
Asuntos sensibles
Pero cuando el general Montoya respondió a la llamada de Córdoba, quien estaba al teléfono era Chávez. Un Chávez que le interrogó sobre asuntos sensibles para Colombia como el número total de rehenes en poder de las FARC.
Nada más colgar el teléfono, Montoya informó a Uribe de la conversación.El diario próximo al Gobierno colombiano El Tiempo, contó ayer que al enterarse de esta llamada telefónica, Uribe "inició una ronda de consultas con sus consejeros".
Alas diez de la noche del miércoles, la madrugada de ayer en España, la decisión estaba tomada. Un comunicado oficial anunció que la mediación de Chávez había llegado a su fin.
Pero el malestar de Uribe con su homólogo venezolano venía ya de lejos y Bogotá no considera la llamada al general como un hecho aislado.
El Tiempo cuenta que durante las consultas con sus asesores sobre este asunto, "se pudo establecer que la llamada no había sido la única ocasión" en la que Chávez y Córdoba habían tomado iniciativas sin contar con el Gobierno colombiano.
Ambos desarrollaban "una agenda paralela y oculta", añade el diario. El rotativo explica que Uribe "consideró intolerable este hecho por violar la soberanía nacional".
Los "bandidos de las FARC"
Al presidente colombiano no le interesaba que Chávez le soliviantara al Ejército implicándolo en la negociación con las FARC. En la Cumbre Iberoamericana, Uribe le había pedido además que "no distrajera a sus generales del trabajo con los bandidos de las FARC".
Esta petición explícita la reveló ayer Jose Obdulio Gaviria, asesor de Uribe. La suspensión de la negociación ha sido una ducha fría para las familias de los rehenes. Gaviria intentó zanjar sus críticas al sentenciar que la medida del Gobierno es "irreversible".
Fabrice Delloye, marido de la franco colombiana Ingrid Betancourt, se declaró ayer "consternado" por el fin de esta "crucial" mediación.
También el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que enviará una carta a Uribe para pedirle que reconsidere su postura.No lo tiene fácil. Hace unos días y precisamente en París, Chávez puso en evidencia a Uribe al revelar la disposición de éste a reunirse con el líder de las FARC, Manuel Marulanda Vélez.
Otra indiscreción según Bogotá, que sostiene que se había acordado mantener esto en secreto.
El Gobierno venezolano reaccionó anoche. En un comunicado de su Ministerio de Exteriores "acepta la decisión soberana" de Colombia. Eso sí, calificándola de "lamentable".
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